Presidente yemení rechaza propuesta de oposición para que dimita

Mientras tanto, cien mil manifestantes se congregaron en Saná y otros miles en Taiz y Adén.




El Presidente yemení, Ali Abdullah Saleh, rechazó un plan de la oposición para que transfiera el poder este año, mientras las manifestaciones en contra de sus tres décadas de gobierno en la empobrecida nación árabe crecieron y congregaron a cientos de miles de personas.

La oposición dijo que Saleh, un aliado de Estados Unidos contra Al Qaeda, estaba adhiriéndose a un plan anterior para dimitir sólo cuando termine su actual mandato en el 2013, pero que había aceptado una propuesta de líderes religiosos para reformar el sistema electoral, parlamentario y judicial.

"El Presidente rechazó la propuesta y se remite a su oferta previa", dijo Mohammed al-Mutawakil, presidente rotatorio de la oposición.

Un portavoz del partido gobernante, Tarek al-Shami, dijo que Saleh había aprobado el plan de la oposición, pero quería que fuera modificado para que pudiera completar su mandato.

"El aceptará el plan de la oposición, incluyendo el artículo sobre una tranquila transición del poder, pero éste debe ser implementado al final del mandato del Presidente en el 2013", declaró.

"Oh Dios, Dios por favor, deshazte de Ali Abdullah", gritaron manifestantes en la capital, Saná, donde las protestas se extendieron por más de dos kilómetros en las calles que rodean la Universidad de Saná.

Analistas políticos dicen que las crecientes protestas, inspiradas en las revueltas que derrocaron a los líderes de Túnez y Egipto, pueden llegar a un punto donde será difícil incluso para Saleh, un inteligente sobreviviente político, aferrarse al poder.

En el norte, los rebeldes musulmanes chiíes acusaron al Ejército yemení de disparar cohetes a una manifestación en Harf Sufyan, donde miles de personas se habían congregado. Dos personas murieron y 13 resultaron heridas.

Los manifestantes dicen que se sienten frustrados por la corrupción generalizada y el aumento del desempleo en un país donde el 40% de sus 23 millones de habitantes viven con dos dólares al día o menos y una tercera parte se enfrenta al hambre crónica.

Otro golpe político para Saleh es que Ali Ahmad al-Omrani, un influyente aliado, renunció en frente de decenas de miles de manifestantes que estaban congregados en la Universidad de Saná la noche del viernes. Es el décimo miembro del parlamento en desertar, desde la semana pasada, del partido en el poder que apoya al líder de 68 años de edad.

Posiblemente alrededor de unas 100.000 personas participaron en una de las mayores manifestaciones en la capital, dijo un periodista de Reuters. Cifras similares protestaron en Taiz, al sur de Saná.

Más de 20.000 personas marcharon en Adén, en el pasado la capital de un Estado independiente del sur, algunos portando banderas negras de luto por la muerte de tres manifestantes la semana pasada. Decenas de miles más marcharon en Ibb, en el sur de Saná.

Los líderes de la oposición estimaron el número de manifestantes total en más de 500.000 sólo en Saná y Taiz, pero esa cifra no pudo ser confirmada de forma independiente.

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