Proponen gastronomía con estilo en Barrio Bellavista

El restobar Mi Lounge es un lugar pensado en quienes buscan música adecuada para acompañar un sin fin de variedades culinarias.




El nuevo restobar Mi Lounge, abrió sus puertas a un público chileno e internacional cada vez más exigente, se encuentra en pleno barrio Bellavista y desde la terraza se puede ver el Cerro San Cristóbal.

Pensado para quienes buscan música adecuada para acompañar un sin fin de variedades gastronómicas.

DUEÑOS
Sus dueños, una pareja chileno-argentino querían algo de entretención, buena gastronomía, el mejor bar y una música para agradar a los sentidos, sin caer en el concepto cool o electrónico que suelen repetir las alternativas culinarias y de bares que abundan en la capital; se enamoraron de una casona de principios de siglo y dieron vida a este proyecto gastronómico.

Doscientos metros cuadrados distribuidos en 3 pisos, donde se encuentran comedores, lounge, dos barras y una terraza, todos ambientados entre vigas a la vista, arcos y los conceptos que entrega el Fen Shui, la disciplina que busca equilibrar las energías de los espacios, para lograr armonía, equilibrio, relajación y la combinación perfecta de los sentidos.

PUBLICO
El público preferentemente gira en torno a los 30 años hacia arriba, quienes buscan sofisticación, pero de la mano de la simpleza y la informalidad.

CARTA
Tabla del asador: Con chuletillas de cordero, butifarra, chorizo riojano y escalopines de ternera.
Grilla de la Patagonia: Filete de avestruz, lomo de ciervo y costilla de jabalí.
Frutos del Mar: Camarones al coco, calamares y pinzas de jaiba, servidos con sour cream.
Variedad de tortillas, especial thai ceviches y pintxos.
Tapas, bocatas, sopas, cremas y ensaladas.

CHEF
Su chef Francisco Javier Espinoza, cuenta con altos estudios en gastronomía en Chile, Francia, en el Ritz Escoffier School de Paris, más cursos de repostería y pastelería en Coral Gable, Miami. Además trabajó en Valle Nevado, en el proyecto de apertura de Jazmin Restaurant en Playa del Carmen y México y hotel W en Santiago.

Francisco Javier señala que "nuestra distinción va enfocada en ser rigurosos en el control de calidad de las materias primas, exigimos productos de primera calidad a nuestros proveedores, mantener las cadenas de frío y así conservar estos productos siempre frescos y una cocina capaz de satisfacer a 100 personas de una vez".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.