Proyecto 1:59.59: Bajar de las dos horas en el maratón

Haile Gebrselassie, cosiderado el mejor fondista de la historia, y el fisiólogo Yannis Pitsiladis crean un equipo para reducir la marca.




Hasta hace nada se pensó que bajar de dos horas en un maratón era una utopía que nadie ya vivo llegaría a ver. Sin embargo, romper esa barrera ya se considera, más que posible, probable, pero para lograrlo se necesitará un esfuerzo mayor que la voluntad personal, las condiciones atmosféricas o un golpe de genio.

Terminar un maratón en menos de dos horas, en 1h 59m 59s pongamos, equivale a correr seguidos, sin tiempo para respirar entre uno y otro, 422 sprints de 100 metros en 17 segundos cada uno, a más de 21 kilómetros por hora de media.

Para Kenenisa Bekele, actual recordman mundial de los 5.000 y los 10.000 metros, ese desafío está más allá de los límites del ser humano. "Es imposible bajar de dos horas en el maratón", dijo antes de disputar su segundo maratón, el de Chicago.

Para los matemáticos y sus ecuaciones basadas en la evolución del récord mundial en los últimos 16 años, en los que ha sufrido un descenso de un minuto por cada cinco años, solo en 2028 llegaría un hombre a correrlo en menos de dos horas.

Para centenares de fisiólogos del ejercicio, entrenadores, técnicos y amantes de la larga distancia, el asunto se puso de actualidad ardiente cuando el keniano Kimetto dejó el récord mundial en 2h 2m 57s, y a la luz de tal marca, la primera por debajo de 2h 3m, se multiplican los congresos científicos, las apuestas y los debates. Y en el medio del atletismo se habla de que hay grupos de entrenamiento, como el que dirige Alberto Salazar en Oregón, con Mo Farah y Galen Rupp como atletas más destacados, que ya han empezado.

Para Haile Gebrselassie, quizás el mejor fondista de la historia, la pregunta que encabeza los coloquios (¿puede el hombre bajar de las dos horas?) no es la correcta. "Ya no se trata tanto de si es posible bajar de dos horas, sino de cuándo, y eso son cinco años", escribe el atleta etíope en el folio de presentación del llamado Proyecto sub 2h.

Para el director científico del proyecto, Yannis Pitsiladis, profesor de la Universidad de Brighton (Reino Unido), el único obstáculo que se alza entre el hombre y la 1:59'59", no es ni fisiológico, ni biomecánico, sino económico. "Apenas se ha aplicado ciencia al entrenamiento del maratón", dice. "Y para hacerlo hace falta dinero. Sería un error lanzarse a ello sin dinero. Nuestro proyecto multidisciplinar, que ya cuenta con el apoyo de Gebrselassie y con varios socios de la industria del deporte, está previsto que se desarrolle en cinco años, y el primero, en el que ya estamos lanzados, es el de búsqueda de financiación".

Cuando habla con sus amigos científicos, Pitsiladis es capaz de decir que bastaría con poner en un periódico etíope o keniano un anuncio ofreciendo un millón de dólares a la primera persona que bajara de dos horas en el maratón para que miles de personas se lanzaran a intentarlo y para que de la cantidad surgiera el fenómeno. Pero ese no es el objetivo ahora. "Necesitamos crear un equipo con un presupuesto de unos 15 millones de euros por año para lograr nuestros fines", dice Pitsiladis, que colabora con la Agencia Mundial Antidopaje, entiende de atletismo y, sobre todo, de las características que hacen tan buenos, inigualables, a los atletas del Valle del Rift para las pruebas de fondo.

"Nuestra base de trabajo se establecería en las universidades de Addis Abeba y de Eldoret, en Kenia, donde trabajo también como profesor e investigador, pero quiero dejar claro que este no es un proyecto africano, sino mundial. Una de sus claves es la detección y el trabajo con jóvenes talentos. Y estoy convencido de que el que primero baje de dos horas no tiene por qué ser africano. Podría ser japonés, o español, o de cualquier otro país...".

De momento, como para contradecir a Pitsiladis ("pero eso tiene también una base puramente económica", dice), se puede comprobar en la lista de los maratonianos más rápidos de la historia, los primeros 50 son kenianos o etíopes. El primer japonés, Takaoka, ocupa el puesto 70º. Y hay que llegar casi al 100º para encontrar al primer europeo, el portugués António Pinto, con 2:6'36" obtenidas hace ya 14 años.

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