Qué busca EE.UU. con su histórica visita a Cuba

Este miércoles comenzó la visita de más alto nivel de un funcionario estadounidense a Cuba en más de tres décadas. Entérate de lo que se va a debatir y cuáles son las dudas de este primer encuentro.




La delegación de Estados Unidos que llegó este miércoles a Cuba -la visita de más alto nivel en 35 años- viene con una clara lista de solicitudes, pero el éxito de su misión también está rodeada de una dosis considerable de escepticismo.

Al frente de la delegación estadounidense está Roberta Jacobson, la secretaria de Estado asistente para el Hemisferio Occidental y por ende la figura de más alto rango del gobierno de Barack Obama dedicada a Cuba.

Jacobson le presentará a su contraparte cubana, Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos en la cancillería en La Habana, una serie de peticiones específicas para establecer una misión diplomática completa en La Habana y continuar así con el acercamiento anunciado el pasado 17 de diciembre, que tuvo un avance concreto con los cambios que entraron en vigor la semana pasada.

En el primer día del encuentro realizado en el Centro de Convenciones de La Habana la delegación estadounidense estuvo encabezada por Alex Lee.

La primera ronda de diálogos estuvo centrado en discusiones sobre migración, aunque se trató de contactos rutinarios entre ambas cancillerías, ya qye Washington no plantea por ahora la reformulación de las ley de Ajuste Cubano que garantiza trato preferencial a los ciudadanos de la isla.

"La naturaleza productiva y colaboradora de nuestras discusiones de hoy prueban que pese a las claras diferencias que existen entre nuestros países, EE.UU. y Cuba pueden encontrar oportunidades para avanzar nuestro intereses mutuamente compartidos", dijo Lee al salir de la reunión.

"Cuba aspira tener una relación normal con EE.UU. en el sentido más amplio, pero también en el área de migración", dijo Josefina Vidal, quien criticó una vez más las políticas migratorias estadounidenses que, según ella, incentivan la fuga de cerebros.

Entre las propuestas que llevará se encuentran el incremento de personal diplomático autorizado y su acreditación correspondiente, el acceso de los ciudadanos cubanos a la misión estadounidense y la eliminación de restricciones para viajar y acceder a servicios de comunicaciones.

Sin embargo, Jacobson y su equipo reconocen que no tienen muy claro cuáles serán las peticiones cubanas ni cómo recibirán en La Habana las de Washington.

"No espero que cerremos todos los temas en esta primera conversación", dijo un alto funcionario del Departamento de Estado que pidió mantenerse en el anonimato para poder hablar abiertamente del tema.

"Esperaría que en esta conversación podamos poner sobre la mesa todos los temas que nos interesan y todos los temas que interesan al gobierno cubano, para que sepamos los parámetros bajo los que estamos trabajando", agregó en un diálogo con la prensa al que asistió BBC Mundo.

Misión diplomática

El objetivo de este viaje es "comenzar a ponerle carne a los huesos", le dice a BBC Mundo Cynthia Arnson, la directora del programa de América Latina del Wilson Center, un centro de estudios en Washington.

Arnson explica que el viaje de Jacobson no habría podido realizarse sin la reciente liberación de 53 activistas de oposición cubanos, que formó parte del acuerdo de normalización entre los dos países.

"Ahora que esto ya ocurrió, el Departamento de Estado está en una posición de seguir adelante y empezar a dar los pasos necesarios para implementar los compromisos que Estados Unidos y Cuba dijeron que tendrían", añade.

Aunque el tema central de esta primera visita será cómo convertir la Sección de Intereses en La Habana en una embajada como las que hay en otros países del mundo, se cree que se hablará del incremento de la cooperación bilateral en áreas como proyectos antinarcóticos o el combate al ébola.

Washington ha sugerido que espera que el acercamiento se solucione en cuestión de meses y tras pocas conversaciones.

De acuerdo con Jason Marczak, experto en América Latina del Atlantic Council, en Washington, esto no tiene por qué ser un proceso lento, porque se trata de discutir principalmente tecnicismos.

"Estructuralmente todo está ahí, nada debe ser construido, y es cuestión de asegurar todos los temas aburridos que forman parte de la diplomacia y en los que uno no piensa, pero que son cruciales para abrir una embajada", le dice a BBC Mundo.

Después de ese paso, los dos países podrían continuar las negociaciones para resolver algunos de los problemas de fondo que han dificultado el diálogo en las últimas décadas.

Otro tema que estará en la agenda esta semana, en particular el miércoles, será una nueva ronda semestral de conversaciones migratorias que forman parte de los acuerdos firmados en 1994.

Diferencias

En general, Estados Unidos no ha dado la impresión de ir con muchas certezas a esta primera sesión en La Habana. Más bien da la impresión de que va a evaluar la situación y a sentar las bases para lo que puede venir después.

En el diálogo con el funcionario estadounidense incluso se mencionó la posibilidad de un viaje en el futuro del secretario de Estado a La Habana, pero quedó claro que eso dependerá de cómo avance esta primera reunión.

"Simplemente no sabemos qué puede poner la contraparte en la mesa", enfatizó el funcionario.

Washington ha explicado, además, que el desarrollo del diálogo con Cuba radicará en buena medida en cómo reaccionen las autoridades en La Habana y cuál sea su "tolerancia" a lo que propongan los estadounidenses.

Uno de los temas en discordia es el de los derechos humanos. En ese sentido Washington espera presionar a Cuba para que respete los derechos de sus ciudadanos a manifestarse pacíficamente.

Por otro lado, como dice Marczak, también puede haber dificultades por las demandas que le presente Cuba a Estados Unidos, ya sea sobre sus programas democráticos en la isla o la prisión de Guantánamo, por ejemplo.

"Cosas como estas continúan dominando sustancialmente la agenda y son puntos reales de disputa", dice.

Por estas diferencias, es difícil saber si esta primera prueba entre los dos países traerá resultados concretos y servirá para abonar el terreno hacia la normalización de las relaciones.

Jason Marczak dice que es importante tomar este viaje como un primer paso.

"Estamos en un punto de construir las relaciones. No podemos esperar que todas las reuniones terminen sin un obstáculo", concluye.

"No se puede eliminar medio siglo de desconfianza en un mes".

Lo que discutan finalmente las dos delegaciones podría conocerse el viernes, cuando está previsto que Jacobson dé una rueda de prensa en La Habana.

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