Rally Dakar: El grupo de los que no perdieron las ganas de vivir

Ex soldados mutilados en diferentes guerras organizaron un equipo y correrá la prueba. "Nos hará crecer como individuos", dicen.




Los desiertos de Afganistán e Irak han sido el escenario de las peores pesadillas de muchos en las guerras de las últimas décadas. Será el desierto también, pero sudamericano, en donde intente lavar parte de sus heridas un grupo de soldados que, pese a quedar con distintos grados de discapacidad producto de los conflictos bélicos, participará del próximo Dakar en el equipo Race2Recovery o R2R (algo así como carrera por la recuperación). Son cuatro autos inscritos y en cada uno irá un soldado minusválido.

El ex paracaidista británico Tom Neathway perdió las piernas y el brazo izquierdo por una mina antipersonal y será uno de los copilotos del team.

"Es mi mayor desafío desde que me hirieron. Será difícil, pero nuestro lado militar debería ayudarnos, estamos acostumbrados a las condiciones difíciles, al calor. Soy completamente capaz de bajarme del auto para cavar en la arena. Mi único temor es la adaptación de la prótesis al medioambiente, al entorno, tengo que evitar  las infecciones", comenta.

Tony Harris también es un veterano de guerra. Perdió una pierna en Afganistán, en 2008, y ahora es el principal impulsor del proyecto. "Al principio buscaba un deporte donde no nos pusieran en una categoría 'inválidos' y también quería implicar a todo un equipo en la preparación y en la carrera. De todos modos, sólo queremos llegar a la meta, no ganarle a (Stephane) Peterhansel", señala.

El R2R diseñó equipamiento que les ayudan a sus hombres a compensar sus capacidades disminuidas, así como una preparación física y sicológica especial, además de un entrenamiento intensivo en el desierto de Marruecos, hace algunas semanas.

Mark Zambon es un ex marine estadounidense y tras perder las piernas desactivando minas se propuso diferentes desafíos: ya subió el monte Kilimanjaro con la fuerza de los brazos.

"Nunca quise que mis heridas definan mi vida. Y me di cuenta de lo que era capaz viendo que con mis muletas superaba trepadores. El Dakar es un reto fenomenal, que nos hará crecer como individuos y que creará vínculos", relata.

El capitán Harris resume cuál va a ser la estrategia en la prueba que parte el 5 de enero. "No hay margen para el error en la conducción agresiva y en el Dakar  la falta de concentración puede conducir rápidamente a abandonar". No a perder.

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