Recetas para una crisis

Ayer la Presidenta retomó sus actividades y abordó el caso de su hijo. Analistas plantean que la intervención de la mandataria no fue suficiente para cerrar el capítulo y que hizo falta una explicación mayor. Intentar reasumir su agenda es uno de los consejos para aminorar el daño.




Diecisiete días pasaron para que la Presidenta Michelle Bachelet realizara su primera declaración pública sobre el millonario negocio en el que participó Sebastián Dávalos y su mujer, Natalia Compagnon, por la compra y posterior venta de unos terrenos en Machalí, polémica que devino en la renuncia de su hijo al cargo de director Sociocultural de La Moneda.

En una cuidadosa puesta en escena, en uno de los salones del segundo piso de La Moneda, la Mandataria leyó un texto donde reforzó su compromiso con promover la igualdad y justicia en su gobierno, agregando -visiblemente afectada- que "llevar adelante esta tarea implica muchas veces tener que tomar decisiones que pueden ser dolorosas".

Desde La Moneda aseguran que la declaración de la Presidenta busca poner punto final a esta polémica y dejar que el caso siga su curso en la fiscalía. Sin embargo, esto se ve complejo considerando que el plan original del gobierno era que este capítulo se cerrara tras la renuncia de Dávalos a su cargo, lo que finalmente no fue posible.

Esto, aseguran expertos, respondería a la poca claridad con la que el gobierno ha enfrentado esta situación, además de la ambigüedad con que la propia Mandataria abordó el tema ayer.

"Sin perjuicio de valorar el gesto humano, las declaraciones de la Presidenta me parecieron insuficientes. Con esa explicación está lejos de cerrar esta polémica para el gobierno", aseguró ayer a La Tercera el abogado y ex militante DC, Jorge Navarrete, agregando además que "Bachelet perdió una oportunidad para no solo haber resuelto este problema para el gobierno sino además se pudo haber establecido un estándar ético y profesional de conducta para los funcionarios públicos".

Y es que uno de los principales cuestionamientos que han surgido en el caso Caval es el eventual tráfico de influencias o uso de información privilegiada por parte de Dávalos y su mujer por un eventual cambio del plan regulador en la zona y la reunión que sostuvo el hijo de la Presidenta con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic.

Al respecto, el analista político de la Universidad Adolfo Ibáñez, Max Colodro precisó: "No quedó despejado si lo respalda o cuestiona su actuación; y en un contexto donde la inmensa mayoría de la población rechaza el abuso de privilegios, su ambigüedad es una señal demasiado cercana a una actitud que avala la conducta de Dávalos".

Similar diagnóstico entregó Gonzalo Müller, director del programa de Opinión Pública de la Universidad del Desarrollo: "Los ciudadanos estaban esperando respuestas sobre sí habían existido influencias de autoridades del gobierno respecto del negocio y no tanto de lo que ella se enfocó, que era su doloroso rol de madre".

Este punto también es destacado por el cientista político de Libertad y Desarrollo, Jorge Ramírez: "La aproximación que hizo fue más bien emocional, como desde la perspectiva de una madre algo herida, más que de una resolución política y con línea de acción más clara respecto a cómo se aborda este tema".

Así, de acuerdo al diagnóstico de los expertos, el caso Dávalos está lejos de ser un capítulo cerrado para el gobierno de Bachelet. "La Presidenta Bachelet quedó al final atrapada por su silencio y su falta de liderazgo para dar conducción a la peor crisis vivida desde el inicio de su administración", sentenció Colodro, agregando que: "En un primer momento lo que pareció un punto a favor del ministro Peñailillo ahora se devela como un tsunami en el que la Presidenta y su equipo de gobierno pagaron los principales costos de un diseño político débil, errático e incoherente con los principios que la Nueva Mayoría dijo defender desde su asunción al poder".

Quien tuvo un diagnóstico distinto fue el experto en Estrategia Política, René Jofré (PPD), quien insistió que la Presidenta "dejó claramente establecido los puntos que generaban controversia pública y a mí me parece que dado el capital de credibilidad que ella tiene esto debiera ser suficiente", agregando que hoy lo que debe hacer Bachelet es "volver al ejercicio del gobierno".

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