Recomendaciones para prevenir accidentes de niños en temporada de piscinas

Los accidentes por inmersión ocurren, en gran parte, durante las vacaciones de verano. Por lo mismo, es importante la implementación de medidas de prevención, como cierre perimetral de piscinas, conocimiento de primeros auxilios y conciencia frente a estos hechos.




Las vacaciones de verano son la instancia perfecta para pasar tiempo en familia. Los niños son los que más disfrutan del tiempo libre, muchas veces invertido al aire libre o en piscinas. Precisamente, es en esa última instancia en la que los menores corren mayores riesgos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos. Se calcula que, en el mundo, mueren cada año por esta causa 360.000 personas, y el riesgo de ahogamiento es mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua.

En Chile, el ahogamiento por inmersión es la segunda mayor causa de muerte accidental en niños de 1 a 4 años, y la tercera en personas de 5 a 19 años. Un 13.08% de los fallecidos son mujeres, mientras que un 86.52% son hombres. De éstos, el 50% son hombres entre 20 y 50 años.

Por otro lado, el 9.5% de las muertes se producen en canales, el 9.8% en lagos, el 18.9% en el mar, el 20.3% en ríos y el mayor número en piscinas, con un 25.2%. 

"La prevención parte por casa"

En mayo de 2017, la OMS publicó una guía (Preventing drowning: an implementation guide) que está basada en el Informe mundial sobre ahogamientos y ofrece orientaciones concretas sobre cómo aplicar las intervenciones destinadas a prevenir los ahogamientos.

Sin embargo, para prevenir los accidentes que afectan a los niños durante las vacaciones de verano, el Coordinador Académico de Simulación y Coordinador del Centro de Entrenamiento Internacional de la American Heart Association (CEI AHA) de la Universidad Mayor, Jorge Gebauer, es enfático en que la prevención parte por casa.

"Los accidentes ocurren en cuestión de segundos, por lo que es importante estar siempre atento y no quitarle los ojos de encima a los niños, o que nuestros hijos o los niños en general estén bajo la supervisión de algún adulto", explica.

"Las rejas ayudan bastante a prevenir accidentes de este tipo. Por muy sencillas que sean -las piscinas-, como las inflables, tener una reja perimetral evita que los niños accedan por su cuenta, cuando no estamos atentos", agrega.

Por lo general, ante una piscina pequeña no se toman las medidas correspondientes. Un menor se puede ahogar en una piscina con 30 centímetros de agua. Gebauer insiste en que hay que tomar conciencia respecto a estos detalles.

Medidas extra

"Somos un poco inconscientes del riesgo que existe en torno a las piscinas", indica. "Lo que tenemos que hacer es tomar consciencia de que existe este riesgo. Es importante estar muy atento y, sobre todo, prevenir que los niños tengan acceso sin cuidado, sin la supervisión de un adulto, a las piscinas".

La confianza en que no hay riesgo es el principal factor que influye en accidentes de este tipo. "Siempre que tengamos una piscina, debemos asumir la responsabilidad que significa eso. También sucede mucho que los niños que no están acostumbrados a tener piscina y van a la casa de algún amigo o conocido nosotros, como padres, no prestamos atención a si las piscinas tienen las medidas de cuidado adecuadas. Suelen ocurrir bastantes accidentes cuando se va de visita a lugares donde hay piscinas".

Incluso, es de gran ayuda que los niños, desde pequeños, sepan nadar. Expertos recomiendan que los niños aprendan a nadar entre la edad de 1 y 4 años, ya que esto contribuye a reducir las probabilidades de sufrir un accidente.

Además, es importante no dejar juguetes que puedan llamar la atención de los niños en el agua, ya que si no se cuenta con un cierre perimetral, los niños pueden caer al agua intentando sacarlos.

Pero, el punto más importante, es la información. "Si la familia puede, o los papás o todos en general, aprender medidas de rescate y primeros auxilios, sobre todo el inicio oportuno del masaje cardíaco de una víctima que ha dejado de respirar. Si encontramos algún niño o adulto en una situación de inmersión en piscina, o incluso en la calle, debemos llamar inmediatamente a una ambulancia e iniciar el masaje cardíaco".

"Eso se aprende fácilmente. Se pueden buscar tutoriales en YouTube, existen cursos que dan distintas instituciones. El estar preparados salva vidas", finaliza el experto.

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