Rousseff sufre simbólica derrota en Congreso brasileño tras reelección

Los aliados del oficialismo mostraron que no serán tan fieles, puesto que algunos votaron con la oposición en la Cámara de Diputados, contra un decreto presentado por la presidenta.




La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sufrió una simbólica derrota en el Congreso, que canceló un decreto de la mandataria destinado a crear una política de participación social, dos días después de haber sido reelegida en una apretada segunda vuelta.

Los partidos aliados de Rousseff constituyen mayoría en el Congreso, pero ya mostraron que no serán tan fieles como podría esperarse, puesto que algunos  votaron con la oposición, la noche del martes en la Cámara de Diputados, contra el decreto de la presidenta. 

"La oposición obtuvo el apoyo de partidos de la coalición (de la presidenta), como el Partido de Movimiento Democrático (PMDB, centro), y  consiguió aprobar el proyecto que cancela el decreto de la presidenta que creó la política nacional de participación social", informó la agencia oficial de la  Cámara de Diputados.

La decisión final será tomada por el Senado.

El proyecto, que tomó vida tras las masivas manifestaciones de junio de 2013, regula la creación de consejos populares permitiendo que las entidades  sociales influencien en las políticas y programas de gobierno.

El Congreso consideró que le quitaría prerrogativas y, en especial, muchos diputados condenaron la atribución al gobierno de indicar a los integrantes de  esos consejos.

"La presidenta sufrió una derrota emblemática en la Cámara, apenas dos días  después de su reelección", celebró el Partido de la Social Democracia Brasileña  (PSDB) que disputó el ajustado balotaje presidencial con su candidato Aecio  Neves el domingo, y que ha prometido una dura oposición al gobierno.

En una nota, el PSDB tachó el decreto de "autoritario", porque "la presidenta quería que la elección de los representantes del pueblo sea hecha  por el gobierno del Partido de los Trabajadores" (PT, izquierda).

El PMDB, que ayudó con su voto a cancelar ese decreto, es el principal partido de la coalición de gobierno, aunque es conocido por su dudosa  fidelidad. Algunos líderes de ese partido ya criticaron la iniciativa lanzada por la presidenta la noche del domingo tras su reelección de impulsar una  reforma política con un plebiscito.

El vicepresidente electo de Brasil, Michel Temer, pertenece al gigante del PMDB.

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