Senador Hernán Larraín y nominación de "No" a los premios Oscar: "Siento un orgullo que no puedo ocultar"

El parlamentario y padre del director de la película destacó la selección de la cinta y dijo que "es un error profundo vincular la política con las expresiones artísticas".




Tras conocerse la decisión de la Academia de nominar "NO, la película" a los premios Oscar en la categoría "Mejor película extranjera", los padres del cineasta Pablo Larraín, - el senador Hernán Larraín (UDI) y su esposa, la ex ministra Magdalena Matte- destacaron el logro del filme.

De esta manera, la cinta que se basa en la campaña del plebiscito de 1988 en Chile, se convierte en el primer filme chileno que logra la nominación al máximo premio de la industria cinematográfica.

La ex titular de Vivienda, Magdalena Matte, posteó en su cuenta de Twitter:

En tanto que el senador Larraín dijo a La Tercera que "encuentro notable lo que ha ocurrido, es espectacular para Chile, es la primera película chilena que entra a ser nominada para los Oscar y, en lo personal, en lo familiar, siento un orgullo que no puedo ocultar".

"Me siento muy feliz y orgulloso de mis hijos, de Pablo, el director, y de Juan de Dios, productor de la película, que han hecho un trabajo muy bonito. Esto demuestra que en Chile hay mucho talento joven y, en la medida que se atreven y van dando paso, pueden tener reconocimiento internacional. Es una buena señal para el país", agregó.

Sobre cómo se enteró de la nominación, el parlamentario UDI explicó que "estábamos pendientes, con un link directo a Los Angeles para saber qué pasaba, sabíamos la hora, pero no exactamente qué iba a ocurrir".

Respecto de los sectores que han criticado la cinta por referirse a un suceso político, Larraín precisó que "la película ha tenido éxito por su lenguaje cinematográfico, referida a un hecho político de mucha trascendencia en Chile. En el mundo se sabe cómo llegó el general Pinochet al poder, pero no se sabe cómo salió, de manera que tenía una connotación que le daba un grado de mayor universalidad".

"Es un error profundo vincular la política con las expresiones artísticas, porque por mucha connotación o efecto político que tengan algunas expresiones de arte, son eso, expresiones que hay que mirarlas desde otra perspectiva", argumentó.

Según planteó, además, "el lenguaje del artista es uno que siempre interpela a la sociedad y que por eso, muchas veces, tiene profundo impacto político, pero no por eso vamos a dejar de oírlo, de atenderlo, al contrario: es un deber moral estar siempre atentos a las expresiones de los creadores, porque son, de alguna manera, anticipaciones intuitivas o creativas de fenómenos sociales que ocurren en el país. Hay que oír, le guste o no le guste lo que está oyendo, porque es la forma de entender lo que está pasando".

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