SII prepara equipo para perseguir planificaciones tributarias "agresivas"

Se busca anticipar y sancionar el uso de herramientas sofisticadas de elusión del pago de impuestos. Norma general de la reforma tributaria entrega nuevas atribuciones a la entidad, que también elevará su dotación.




En octubre de 2015, el Servicio de Impuestos Internos (SII) comenzará a  aplicar la nueva Norma General Antielusión, incluida en la reforma tributaria, que apunta a fiscalizar y sancionar las planificaciones y reestructuraciones corporativas destinadas exclusivamente a eludir el pago de impuestos.

El plan de la autoridad es ambicioso. A través de un nuevo modelo de fiscalización contra la evasión y la elusión se aspira a elevar la recaudación en cerca deUS$ 1.300 millones adicionales, poco menos de un 20% del total de recursos que generará el cambio impositivo recientemente aprobado por el Parlamento.

Con ese objetivo en mente, el SII avanza en la constitución de un equipo especial de fiscalizadores a cargo de  perseguir las denominadas "planificaciones agresivas". Se trata de mecanismos sofisticados de estructuración tributaria que permiten, principalmente a grandes contribuyentes, disminuir artificialmente sus compromisos con el Fisco.

Cerca de 80% de lo que recauda adicionalmente el SII a través de procesos de fiscalización, corresponde a contribuyentes de mayor tamaño.

Mayores facultades 

Hasta hoy, explican desde el organismo, el SII posee  facultades y capacidades para perseguir la evasión: el uso de medios ilícitos, por ejemplo, la subdeclaración de ingresos o el uso de facturas falsas para disminuir la cantidad de gravámenes. En el caso del IVA, la evasión en el último año alcanzó el 26%.

Pero no sucede lo mismo con la elusión, definida como el uso de herramientas legales para disminuir la base tributaria, ¿por ejemplo?, la decisión de una persona de constituirse como empresa para pagar el impuesto corporativo, hoy en 21%, en lugar de los gravámenes personales, con tasa máxima de 35%.

Por eso, el SII trabaja en un plan para dotar a la Dirección de Grandes Contribuyentes -que fiscaliza el cumplimiento tributario de las firmas de mayor tamaño- y la Subdirección de Fiscalización, de funcionarios especializados en detectar "el uso de medios sofisticados de elusión, como por ejemplo, complejas reestructuraciones corporativas que no tienen razones económicas de fondo y que hoy son muy difíciles de pesquisar para el servicio", afirman en la entidad.

Inicialmente, se capacitará a cerca de 20 fiscalizadores para esta labor.

Pero ese es sólo el comienzo, ya que el proyecto de ley de fortalecimiento del SII que enviará el gobierno el último trimestre elevará la dotación del organismo en más de 680 funcionarios y cerca de 400 debiesen ser fiscalizadores. Actualmente, esta división reúne a cerca de 1.700 trabajadores.

La preparación de los fiscalizadores considera la utilización de programas informáticos que contribuyan a mayor precisión en la calificación de los actos jurídicos de las empresas y nuevos intercambios de información con otros organismos del Estado e instituciones tributarias internacionales.

"El objetivo es pasar desde un modelo centrado hoy en aquellos factores de riesgo que permiten la evasión, a uno orientado a la anticipación y detección oportuna  de prácticas elusivas agresivas, fundamentalmente de grandes contribuyentes", comenta el presidente de la Asociación de Fiscalizadores de Impuestos Internos (Afiich), Juan Apablaza.

Según lo establece la Norma General Antielusión, en caso de identificarse un "acto potencialmente elusivo o simulado", el director del SII deberá presentar y argumentar un requerimiento ante los Tribunales Tributarios y Aduaneros (TTA), que resolverán la impugnación. Así, y a diferencia de lo planteado inicialmente en el proyecto de reforma tributaria, el peso de la prueba caerá sobre el SII en lugar del contribuyente.

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