Sistema de selección complementario a PSU reduce hasta en 60% la brecha socioeconómica

Desde 2007, cuatro planteles tradicionales liderados por la U. Católica trabajan en un mecanismo alternativo para la admisión de sus alumnos. Los primeros resultados revelan que factores como el colegio de origen pesa menos que en la PSU.




Cuando hace dos años, la Universidad Católica se propuso explorar un sistema de selección a la universidad que no sólo midiera conocimientos, varios otros planteles y algunos colegios los aplaudieron. Ahora, la institución acaba de entregar las primeras evaluaciones del test piloto -que está aplicando en conjunto con las universidades de Santiago, de Concepción y Técnica Federico Santa María- y el tiempo parece estar dándole la razón.

El primer objetivo ya está cumplido: ¿son medibles los atributos no cognitivos que hacen a un alumno exitoso? "La respuesta es sí. Son variables que el sistema de admisión actual chileno no considera, pero que sí son tomados en cuenta en otros países, como el liderazgo, la capacidad de enfrentar situaciones difíciles, etc.", dice Verónica Santelices, investigadora a cargo del estudio.

Pero, tal vez, lo más promisorio del estudio sean sus segundos objetivos, que también se están cumpliendo: un sistema como ése es capaz de reducir las brechas socioeconómicas de entre 30% y 60% e, incluso, hace desaparecer las actuales diferencias de género en la PSU que favorecen a los hombres.

Más de 1.200 estudiantes de las cuatro casas de estudio y 1.568 alumnos de colegios como el Verbo Divino, San Benito, Instituto Miguel León Prado, Liceo Barros Borgoño, Liceo 7 e Instituto Nacional, participaron del estudio que contempló cuatro instrumentos de medición (ver recuadro).

Mientras en la PSU de matemáticas, hasta el 15% del desempeño de un alumno -una cifra muy alta- puede explicarse sólo por factores como estudiar en un colegio de determinada dependencia o tener padres con estudios universitarios en el formulario de postulación, sólo el 2% del desempeño es atribuible directamente a estos factores. Con ello, éste logra reducir la brecha causada por la dependencia del colegio en 60% respecto de la PSU de matemáticas. Algo similar sucede con el ensayo de pensamiento crítico, donde los alumnos deben expresar una idea, argumentarla, contraargumentar, etc.

Según Santelices, la menor incidencia se explicaría, en parte, porque no se miden temas de currículum, donde se producen las diferencias según el tipo de establecimiento. Sin embargo, agrega que si los alumnos se preparan para el nuevo método de ingreso, la brecha podría aumentar. Pero "la experiencia internacional muestra que no debiera ser del tamaño de la observada en pruebas cognitivas", dice.

LOS MUNICIPALES FAVORECIDOS
Incluso, en otros instrumentos, como el ensayo de reflexión personal y el cuestionario que miden habilidades metacognitivas, la brecha se invierte: los alumnos de colegios municipales tienen mejor rendimiento que sus pares de colegios pagados.

Esto es, muestran más disciplina y conciencia para estudiar y son más capaces de reflexionar sobre ellos mismos, por qué eligieron tal camino y qué buscan lograr en la vida. Santelices explica: "Muchas veces tienen que enfrentar más situaciones complicadas y eso les genera más resiliencia, más capacidad de organizarse con más conciencia para estudiar y lograr lo que quieren".

Con ella coincide Francisco Javier Gil, director del Bachillerato de la Usach, institución que desde hace dos años tiene un sistema especial de ingreso para alumnos de colegios municipales. "Los talentos están distribuidos en todos los niveles de la sociedad, lo que sucede es que los estudiantes de colegios privados tienen más opciones de desarrollarlos.

Pero cuando hablas con jóvenes de colegios municipales y trabajas con ellos, te das cuenta de que la adversidad, el que los colegios no les pasen todas las materias, etc. los hacen tener más resiliencia, son muy estrategas, saben lo que quieren con claridad y tienen ideas de cómo conseguirlo", agrega el académico.

LA BRECHA DE GÉNERO
A la PSU se la acusa de ser inequitativa también en cuanto a género: sólo el 15% de las mujeres obtuvo más de 600 puntos en la última versión, en comparación con el 20% de los varones. Algo que se mantiene desde 2005.

Pero en los test complementarios, la brecha de género favorece a las mujeres, sobre todo cuando se trata de estrategias para estudiar y habilidades sociales. En éstos, la diferencia se reduce hasta en 200% en comparación con la PSU de matemáticas, donde los hombres tienen más ventaja: superan por 25 puntos promedio a las mujeres.

CÓMO FUNCIONA EL NUEVO SISTEMA COMPLEMENTARIO DE ADMISIÓN
Tres cuestionarios: Se miden habilidades metacognitivas, las relacionadas con tomar conciencia del aprendizaje; habilidades sociales y proactividad.

Ensayo crítico: El alumno debe realizar un ensayo extenso, donde debe argumentar, tomar una posición y donde se evalúa su redacción.

Reflexión personal: A través de un documento, el joven da a conocer sus motivaciones, proyectos personales y desarrollo intelectual.

Formulario de postulación: En él, los alumnos reportan las actividades extracurriculares durante la enseñanza media, los premios, etc.

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