Sobreviviente de derrumbe en Andacollo recuerda sus 120 horas bajo tierra

El deslizamiento ocurrió en marzo de 1999. "Estábamos muertos en vida", describe Remigio Aguilera. En Tasmania, dos mineros fueron rescatados tras 14 días sepultados.




"Dejó de caer material a eso de las 3.00, cuando se formó un tapón que hizo que no cayera más mineral. Ahí se cerró la mina, quedó ciega. En ese momento quedamos abajo a la espera de que nos sacaran". Remigio Aguilera Pacheco (44) recuerda el derrumbe que lo mantuvo atrapado por más de 120 horas en el yacimiento San Andrés, en Andacollo. Estaba con Ermo Rojas Varas y Arturo Herrera Alfaro.   

El deslizamiento de material que bloqueó la entrada a la mina ocurrió el martes 30 de marzo de 1999. Junto a sus compañeros trabajaban en una galería de 1,9 metro de alto por 1,5 metro de ancho. "Estábamos muertos en vida, es lo que decimos cuando estamos bajo tierra. Pero las minas son así".

Agrega: "Las experiencia que vivimos no se la daría a nadie, porque el encierro, el pensar si nos iban a sacar o no (...) Nosotros escuchábamos a las personas que estaban participando en el rescate que decían que era muy difícil sacarnos de ahí, porque el cerro se seguía derrumbando de los lados. Nosotros teníamos que esperar no más, no sabíamos si íbamos a salir".

Al momento del accidente el trabajador tenía 33 años. Y junto a sus compañeros extraían oro en un pique vertical con avance a los lados.

El día del rescate, Aguilera Pacheco fue el primer en salir, le siguió Herrera. Y cuando faltaban poco minutos para las 8.00 fue liberado Ermo Rojas, el mayor de los mineros. Salieron con los ojos vendados y con varios kilos de menos.

"Tipo 3.00 de la mañana del domingo ya estaban cerca, había llegado al último tapón, para ellos era romperlo, era el obstáculo que les impedía llegar adonde estábamos nosotros. Nos separaba poco material, así que conversábamos con ellos. Nos alegrábamos, nos reíamos. Había emoción de los que estaban afuera y de nosotros", recordó a La Tercera.

Este hombre que trabaja en faenas mineras desde los 12 afirma que lo ideal es que los yacimientos tengan dos entradas, para evacuar en casos de emergencia. El yacimiento San José, de la minera San Esteban, donde hace una semana permanecen 33 trabajadores, debió haber tenido una "auxiliar", dice.

"Las minas cuando tienen un sola entrada y son muy grandes, la ventilación es muy poca. Por ejemplo, en la que están ahora los muchachos tiene una sola entrada y está sentada la parte para llegar a ellos. Entonces les corta el aire el aire que tienen abajo, que deber ser muy poco". 

Basado en su experiencia, recomienda que para eventos como los derrumbes con personas atrapadas hay que moverse poco o evitar prender fuego, pues "se consume ese oxígeno. Entonces, es más fregado".

"VAN A SALIR CON VIDA"

El sobreviviente de este accidente que tuvo en vela a su familia y a la comunidad de Andacollo manda una palabra de aliento a las familias de los 33 mineros que desde el jueves permanecen atrapados en el yacimiento San José, en Copiapó.

"Esos muchachos yo sé que están bien, van a salir con vida; no será muy pronto, pero van a salir con vida", manifestó. Añadió que "un minero es un perro en la mina, Nos arriesgamos, pero sabemos cómo enfrentar esos momentos". 

Es la palabra de Remigio Aguilera, un minero que le ha dedicado su vida al mineral. Veintidós de sus 44 años han sido bajo tierra, explotando el oro en minas artesanales. La mina donde quedó atrapado fue cerrada, tras el derrumbe. 

AUSTRALIANOS RESCATADOS TRAS DOS SEMANAS
Una caso similar al de Remigio Aguilera, Ermo Rojas Varas y Arturo Herrera Alfaro, vivieron dos mineros de nacionalidad australiana que quedaron atrapados por 14 días en un yacimiento de oro, en 2006.

Brant Webb (37 años entonces) y Todd Russell (34) extraían el metal precioso desde la mina Beaconsfield, en Tasmania, Oceanía, cuando un leve sismo provocó un desprendimiento de tierra y rocas, obstruyendo la salida del pique. 

Fueron toneladas de material que les atrapó y que, además, provocaron la muerte de un tercer obrero, Larry Knight. 

Las labores de rescate de los sobrevivientes se iniciaron con la excavación de un túnel vertical y culminaron con su vuelta a la superficie. Estaban a unos mil metros de profundidad. Una sonda fue utilizada por los rescatistas para saber su ubicación exacta.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.