Soldado israelí que estuvo secuestrado cinco años: "Temía ser olvidado pero intentaba mantenerme optimista"

Gilad Shalit, concedió su primera entrevista desde su liberación hace año, por parte del brazo armado del grupo islamista Hamas en la Franja de Gaza.




El soldado israelí que permaneció cinco años y medio secuestrado en la Franja de Gaza, Gilad Shalit, explicó en una entrevista emitida anoche cómo uno de sus mayores temores era ser olvidado.

En su primera entrevista larga concedida desde su liberación, hoy hace un año, Shalit relató que temía que los negociadores israelíes le "ignoraran, olvidaran" y no supieran "dónde estaba". "Pero traté de mantenerme optimista", explicó Shalit ante las cámaras de televisión.

El joven se enteró de su inminente liberación a través de los medios, contó. Y la semana que pasó entre el anuncio y su puesta en libertad le pareció "una eternidad". "Fue un sentimiento extraño estar fuera, ver el sol", dijo Shalit, que durante su cautiverio solo lo vio en televisión.

El joven, que hoy tiene 26 años, tuvo un "sentimiento de alivio" al ser entregado a las fuerzas de seguridad egipcias en el paso fronterizo de Rafah, entre la península del Sinaí y la Franja de Gaza. Aún así, le tomó por sorpresa "ver montones de gente enfrente". "En todos esos años (de cautiverio) nunca vi más que a unas pocas (personas)".

Shalit fue capturado el 25 de junio de 2006 durante una incursión de Hamas y otros dos grupos militantes, y liberado el 18 de octubre de 2011 a cambio de 1.027 prisioneros palestinos.

En la entrevista relató cómo intentó crearse una rutina durante el cautiverio y explicó que tenía "algún tipo de comunicación" con sus captores.

Tras su liberación, Shalit se emociona con "pequeñas cosas", como "salir a la calle, abrir una ventana, una puerta, ver a gente, caminar por la calle" o recibir un abrazo de su madre.

Preguntado sobre si enviaría a sus futuros hijos al Ejército, explicó que sería una decisión "difícil". "Al final, el Estado me sacó de allí, llegó a un acuerdo y pagó el precio. Así que no hay duda de que enviaré a mis hijos al Ejército". "Espero que para entonces no tengan que ir", agregó. "Pero por el momento (esa posibilidad) no parece estar a la vista".

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