Sólo 23% de clínicas y hospitales que dan Auges complejos están acreditados

e un total de 104 recintos que deben certificarse antes de julio, sólo 24 lo han hecho. Centros que no cumplan requisito no podrán atender 24 de las 80 patologías cubiertas.




El 1 de julio comenzará a regir la segunda fase de la garantía de calidad del Auge, que obliga a los establecimientos de salud a estar acreditados para entregar las prestaciones de mayor complejidad. Sin embargo, a menos de cinco meses del plazo, sólo un 23% de los hospitales y clínicas que deben cumplir con el requisito ha obtenido su certificación, lo que pone en riesgo la atención y cobertura del programa a nivel nacional.

La acreditación, originalmente, debía entrar en vigencia en julio pasado, pero se dio una prórroga de un año y así, la cuarta garantía del Auge -las otras son acceso, oportunidad y protección financiera, sólo se hizo exigible a los profesionales de salud, que debieron certificar sus estudios.

Asimismo, se estableció por decreto que la certificación sería requisito para los centros que entreguen las prestaciones asociadas a las 24 enfermedades más complejas, como cánceres, tratamientos quirúrgicos y cardiopatías.  

Así, un total de 104 establecimientos -63 hospitales y 41 clínicas- deben tener la acreditación de calidad en junio. Pero hasta ahora, sólo 13 recintos privados y 11 públicos han sido aprobados. Además, hay seis regiones donde ningún prestador ha obtenido la garantía de calidad, que supervisa la seguridad de los pacientes mediante la revisión de los procedimientos divididos en nueve ámbitos, que van desde la competencia de los profesionales, la mantención de los equipos, la frecuencia de eventos adversos y la continuidad de la atención, entre otros (ver lista).

Según la superintendenta de Salud (S), Liliana Escobar, los establecimientos que resuelvan alguno de los 24 problemas de salud definidos para esta etapa "si no están acreditados, entonces, no podrán atender a los pacientes bajo la modalidad del Auge".

A la complejidad del proceso, que demanda un año de preparación interna en cada recinto y otros tres meses de autoevaluación, se añade el porcentaje de rechazo, de 25%. Además, otro elemento complejo es que ahora que se acorta el plazo, han crecido las solicitudes de certificación que realizan 19 entidades acreditadoras, lo que ha extendido el proceso de cuatro a seis meses, dificultando que la totalidad de los recintos logre cumplir la meta.

Según la superintendencia, de los 80 establecimientos  con certificación pendiente, hay 16 que a mitad de enero estaban en proceso, lo que deja a 64 centros, públicos y privados, al límite del plazo. Una situación particular afecta a la Clínica Alemana de Santiago, que perdió la acreditación en primera instancia y está siendo reevaluada, tras apelar.

PRORROGA

Expertos coinciden en que difícilmente los 104 centros asistenciales requeridos en esta etapa logren acreditarse dentro del plazo pactado, por lo que sugieren una prórroga para evitar que se dificulte la entrega del beneficio.

Marcos Vergara, salubrista de la U. de Chile, dice que la puesta en marcha de la garantía de calidad es compleja, pues implica un cambio cultural en el funcionamiento de los hospitales. "Considerando los plazos, podríamos quedarnos cortos y no va a quedar más que aplazar, tanto porque puede que las entidades acreditadoras no den abasto y porque los hospitales no alcancen, a pesar de que están trabajando en esto. Lo que no puede pasar, es que el Estado permita llegar a un punto en que los hospitales no puedan brindar Auge por no estar acreditados", añade.

El académico del Instituto de Salud de la U. Andrés Bello, Manuel Inostroza, dice que, en el mejor panorama, la mitad de los recintos logrará certificarse. "Hace más de cinco años que esto se está tratando de implementar y aún no se supera el 20%. Quizá se pueda duplicar la cifra actual, pero probablemente una de las primeras medidas que deberá adoptar el próximo gobierno será dar una prórroga, porque de lo contrario habría que trasladar pacientes a otras regiones o traspasarlos a privados y en el presupuesto eso no está contemplado".

Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo que los hospitales están haciendo un esfuerzo por acreditarse y que se ha conversado con la superintendencia para agilizar el proceso. "Creo que será una decisión del próximo gobierno si mantiene los plazos, pero, dent ro de lo posible, vale la pena mantenerlos porque la mayoría de los que ya está en proceso, lo obtendrá",  sostuvo.

Sobre la situación de los privados, María Eugenia Salazar, gerente de estudios de Clínicas de Chile, dijo que todos los recintos han iniciado el proceso y que se está impulsando para que el plazo se cumpla. "Esto es es importante y empezamos a prepararnos hace tiempo. Para las clínicas el argumento basal es la calidad de la atención, entonces la acreditación es el instrumento para hacerlo tangible", dijo Salazar.

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