Superiores de militar y autor de tiroteo en base de EEUU aseguran que no era violento

Según altos mandos del Ejército, el uniformado que ayer mató a tres personas y luego se quitó la vida en Fort Hood, era "muy experimentado", sin embargo, el Pentágono no descarta que haya sido un ataque extremista.




El secretario del Ejército estadounidense, John McHugh, indicó hoy que Iván López, el puertorriqueño autor del tiroteo ocurrido anoche en Fort Hood (Texas), no tenía tendencias suicidas o violentas, pese a estar bajo vigilancia psiquiátrica.

"Fue visto el mes pasado por un psiquiatra. Fue examinado a fondo y hasta el momento no tenemos indicios en el historial de las citas de que hubiera señales indicativas de violencia, tanto contra él como contra otros. El plan que se consideró apropiado era seguir vigilándolo y tratándolo", indicó McHugh en una audiencia en el Senado.

Por su parte, el general Ray Odierno, jefe militar de las tropas de tierra, señaló que el autor del tiroteo que dejó cuatro muertos en la base militar, -incluido él mismo-, era un militar "muy experimentado" que no entró en combate en Irak y no sufrió heridas cerebrales, y que estaba en activo.

Odierno detalló que López, que se suicidó tras la balacera, había pasado nueve años en la Guardia Nacional de Puerto Rico, trabajó como miembro de la fuerza de paz en la península del Sinaí (Egipto) durante un año y fue conductor de camiones en Irak para los estadounidenses durante cuatro meses.

"Era un soldado muy experimentado con un año de despliegue en el Sinaí con la Guardia Nacional y cuatro meses en Irak", explicó Odierno en la audiencia del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.

López vivía fuera de la base de Fort Hood, una de las más grandes de Estados Unidos y escenario en noviembre de 2009 de la peor masacre en un centro militar estadounidense, cuando Nidal Malik Hasan, un psiquiatra del Ejército con ideas extremistas islamistas, mató a 13 personas e hirió a 30.

McHugh explicó que en el caso de López, quien se encontraba activo en el ejército y que perpetró el ataque con una pistola de calibre 45, no se ha determinado hasta el momento ninguna conexión "con organizaciones extremista de ningún tipo".

No obstante, el Pentágono mantiene abierta la posibilidad del terrorismo extremista hasta que la investigación sobre las motivaciones avance.
"Hasta el momento, tenemos un historial limpio en términos de comportamiento, no hay marcas negativas de ningún tipo ni indicaciones de mala conducta", explicó McHugh.

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