Swift vuelve al streaming y opaca a Katy Perry

Hace casi tres años, Taylor Swift protagonizaba una mediática disputa con Spotify por la reproducción gratuita de su música. En noviembre de 2014, la estrella resolvió sacar toda su obra de ese servicio que, a su juicio, restaba el valor artístico de sus creaciones, y no pagaba lo suficiente a los artistas. Swift se volvió uno de los rostros emblemáticos de la guerra contra el streaming, abogando por su pago, y asociándose con Apple Music, plataforma que no tiene versión gratuita.

Ahora, y festejando los 10 millones de ejemplares vendidos de su exitoso disco 1989, la diva del pop resolvió echar pie atrás a una de sus más famosas luchas y regresar a la plataforma líder en su rubro, con más de 50 millones de abonados que pagan por su versión premium.

La razón de este radical cambio fue explicada por su compañía disquera: "Para celebrar los 10 millones de álbumes vendidos de 1989 en todo el mundo y de 100 millones de singles, Taylor quiere dar las gracias a sus fans haciendo que todo su catálogo esté de nuevo disponible en todos los servicios de streaming a partir de esta medianoche".

Swift puso a disposición sus cinco discos de estudio no solo en Spotify, sino también en otros servicios similares como Tidal, Amazon y Pandora. La artista es hoy una de las solistas que más dinero produce en la industria, incluso con un álbum de hace dos años.

La noticia del fin de la guerra fue difundida ayer, lo que encendió alarmas de otra de las mediáticas batallas de Swift. Su gran anuncio vino el mismo día en que su más famosa rival, Katy Perry, lanzó su nuevo disco de estudio, Witness. La disputa entre ambas divas del pop es conocida, la han mencionado en entrevistas, y partió hace años, cuando una le quitó a otra los bailarines de su gira. El tema Bad Blood de Taylor Swift estaba dedicado a Perry, quien justamente se refirió a eso en su reciente paso por el segmento Carpool Karaoke de James Corden. "En realidad ella lo empezó y es hora de que ella lo termine", fue parte de su declaración hecha a fines de mayo.

Ya con menos protagonismo en su día de estreno, Perry además ha recibido críticas regulares, y también pésimas, por parte de la crítica especializada con su nueva entrega discográfica. La revista Rolling Stone sintetizó: "Una voz fuerte que antes mantenía largas notas y cantaba frases como 'Soy la campeona', ahora es devorada por los efectos y la reverberación".