Tailandia cierra filas tras su esperanza de medalla en Londres

Ratchanok Intanon, campeona tres veces del bádminton en juniors, es la carta para ingresar al podio en su primera participación olímpica.




Cada golpe ganador desata la alegría de sus compañeros de su escuela de bádminton en Bangkok y el orgullo de su madre, limpiadora en ese local, emocionada de ver a Ratchanok Intanon, la jugadora de 17 años que participará en sus primeros Juegos Olímpicos.

Lejos del abarrotado centro de la capital tailandesa, los amigos de la triple campeona del mundo junior de bádminton se reunieron el domingo en la escuela de Banthongyord para ver por televisión su primer partido en Londres.

"Nunca había imaginado que participaría en esa competición", relata su madre Kampan, que trabaja desde hace más de 20 años en la escuela dedicada a este deporte, muy popular en el país.

"Estoy tan orgullosa de ella. Pero, ocurra lo que ocurra volverá para estar con su familia".

"Es tan joven todavía", añadió, enfundada en una camiseta con el nombre de su hija.Tailandia no tiene muchos deportistas de primer orden en los Juegos, pero Ratchanok, número nueve mundial, representa una esperanza de medalla.

La jugadora, tímida y modesta cualidades muy apreciadas en la cultura tailandesa, ya ha ganado todos los premios nacionales e internacionales juveniles.

Y su entorno está convencido de que puede llegar mucho más lejos."Sus posibilidades de medalla son de un 50%", considera el director de la escuela, Kamala Tongkorn.

"Hay una alemana muy buena y una china en su cuadro (...) si las vence, puede conseguir el oro", confía.Pero, en cualquier caso, "estamos muy orgullosos de ella (...) sabe como entrenarse y cuidarse, no hay nada más que pueda enseñarle", añadió.

El domingo venció a su primer adversaria, la esrilanquesa Thilini Jayasinghe (21-13, 21-5) para gran alegría de su hermano pequeño Ratchaporn, apodado "Man U", por el equipo favorito de su padre.

"Estoy tan contento. Espero que vuelva con una medalla", dice el pequeño. Si es el caso, esta jugadora de origen humilde, cuyos padres abandonaron muy jóvenes el noreste pobre de Tailandia, se lo deberá en gran parte a la escuela Banthongyord, donde vive prácticamente desde su nacimiento y se entrena gratuitamente desde hace años.

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