Tiendas de diseño lideran la renovación del centro comercial Lo Castillo

Emulando lo que ocurre en barrio Italia o Alonso de Córdova, un grupo de jóvenes empresarias creó La Nueva Ruta Lo Castillo.<br><br>




Todo partió con un grupo de amigas abriendo sus tiendas en el centro comercial Lo Castillo hace más de un año. Jóvenes todas, recién partiendo con sus negocios y dueñas de un estilo más vanguardista que el mix de tiendas que solía encontrarse en estos dos caracoles de Vitacura, empezaron a provocar un cambio.

Las emprendedoras cuentan que pese a que el flujo de público siempre fue "más bin errático" ahí, decidieron apostar por ese lugar por varios factores: ubicación inmejorable y cerca del público objetivo, arriendos asequibles de entre $ 200.000 y $ 600.000 mensuales y estacionamientos subterráneos a la mano. A eso se sumó la posibilidad de pasar, sin grandes costos, de sus negocios virtuales al mundo real.

"Cuando llegamos, el lugar estaba muy asociado a los anticuarios, las joyerías y los talleres de costuras. Decidimos tomarlo como una prueba, nos publicitamos en nuestras propias redes sociales, en Facebook y Twitter, corrió el boca a boca y ha funcionado perfecto. Todos los meses vendo alrededor de un 15% más que el mes anterior", cuenta Victoria Andrade, dueña de la tienda de ropa femenina "D Victoria".

Angélica Spoerer, dueña y diseñadora junto a su hermana de la tienda de novias Angelic Diavolic, cuenta que pese a estar en el subsuelo ha funcionado a la perfección. "La tienda es más bien un show room y lugar de pruebas. Como está bien ubicada y con estacionamientos, cito a las novias acá y no dependo del flujo diario", cuenta.

Una tras otra
Hace un año, la rotación de locales en Lo Castillo era alta. Cuando se desocupaba uno, le avisaban rápidamente a una amiga o conocida para que se animara a instalarse. "Partí con venta online y cuando participé en la Feria MásDeco vi que me iba mejor si la gente tocaba y miraba y por eso pensé en una tienda, y este verano llegamos varias", cuenta Jimena Zapata de Picnic, especializada en decoración de casa y donde también se hacen talleres de manualidades.

En la medida que estas opciones "alternativas" fueron en aumento pensaron en darle un sello, una identidad. Así inventaron La Nueva Ruta Lo Castillo, con logo y redes sociales propias, y la lanzaron oficialmente hace tres meses con un desfile de moda nocturno. Partieron con 13 locales asociados, todos con el logo pegado en el vidrio de sus vitrinas, y a fin de año serán 16. Mientras, la lista de nuevos diseñadores esperando que se vacíe algún local para entrar sólo crece.

Bar Candelaria, que ya ocupaba el tercer piso del centro comercial, no dudó en sumarse a La Nueva Ruta Lo Castillo y ya empezó a introducir cambios en lo suyo: a partir de noviembre, será además de un lugar de diversión nocturna, una galería de moda llamada Boga, que montarán en la terraza. La idea es que nuevos diseñadores expongan ahí sus creaciones, las que irán rotando cada tres meses.

Este show room abrirá entre las cinco de la tarde y 12 de la noche y a más tardar, a comienzos del próximo año, tendrán una cafetería funcionando.

Nuevo sello

Priscila Crovetto, una de las pioneras con la tienda que lleva su nombre, cuenta que para ella las ventas han subido al doble y que la relación con los antiguos "habitantes" ha sido muy buena. "Yo tengo ropa para mujeres entre 20 y 35 años, las que aprovechan de comprar acá un regalo de matrimonio en los anticuarios, ahora que está de moda la onda vintage. "Al final del día, todos nos hemos beneficiado", dice.

Las asociadas a la ruta trabajan coordinadas. En agosto, por ejemplo, para la liquidación otoño-invierno, todas tuvieron descuentos y para el 18 de septiembre se preocuparon de traer un organillero y darle un ambiente dieciochero al lugar. Ahora, para las fechas que se avecinan, ya están planeando una venta de verano, una prenavideña y también extender los horarios de cierre hasta las ocho de la tarde, pues todas cierran a distintos tiempos.

El público al que apuntan es a las señoras del barrio que vienen a diario con su perro a dar una vuelta, universitarias, mujeres que están recién empezando a trabajar, niñitas en busca de vestidos para sus fiestas de fin de año y productoras de moda son el corazón de su público. Pese a ellos, el mayor número de venta lo generan por sus acciones en las redes sociales. Aquí Facebook e Instagram la llevan. Cuentan que si suben la foto de una blusa en la mañana, saben que rápidamente las contactarán por teléfono y que para la tarde ya tendrá el nombre y apellido de la nueva dueña. "Es que el nuevo boca a boca, al menos en este público, que no se transmite conversando en un happy hour, se viraliza en la red", dice Victoria.

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