Tribunal cubano condenó a 15 años de cárcel a contratista de EE.UU.

Alan Gross fue sentenciado por atentar contra la seguridad del Estado en Cuba. El caso es el último episodio de fricción entre Washington y La Habana.




El contratista estadounidense, Alan Gross, fue condenado a 15 años de prisión por atentar contra la seguridad del Estado en Cuba, indicó una nota oficial sobre un caso que ha tensado las relaciones entre los dos países.

"Para tomar esa decisión el tribunal tuvo en cuenta las numerosas muestras testificales, periciales y documentales practicadas en el juicio oral en especial la presentadas por la fiscalía que demostraron la participación del contratista norteamericano en un proyecto subversivo del gobierno de Estados Unidos" para atacar al gobierno cubano, expresó el texto que fue difundido por la televisión local.

El estadounidense, de 61 años arrestado el 3 de diciembre de 2009, llegó a Cuba con equipos de telecomunicaciones a nombre de la Development Associates International (DAI), una firma que presta servicios a la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) con el objetivo de implementar programas de apoyo a la democracia y que la isla denuncia sistemáticamente como una pantalla para financiar actividades antigubernamentales.

Al comenzar el proceso la Fiscalía había pedido 20 años de cárcel por el delito "de actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", contemplado en el código penal de la isla.

"Durante la vista del juicio oral el acusado reconoció haber sido utilizado y manipulado" por la agencia la USAID, indicó el comunicado oficial de este sábado.

Gross tuvo su presentación en la corte el viernes y sábado de la semana pasada, cuando los jueces escucharon las declaraciones de diez testigos y nueve peritos; así como la presentación de pruebas documentales, según un reporte oficial de entonces. La prensa internacional no tuvo acceso tribunal, pero la familia del inculpado y diplomáticos sí.

Entre los testigos estuvieron miembros de la comunidad judía de la isla, pues la DAI aseguró que la infraestructura de su contratista era para ellos. Aunque se desconoce con exactitud su testimonio, líderes hebreos habían rechazado públicamente este argumento.

El jueves, mientras se esperaba la resolución del tribunal, la secretaria estadounidense de Estado Hillary Clinton exhortó a Cuba a liberar al contratista y acusó a las autoridades judiciales de la isla de cometer una "injusticia" contra Gross.

Según el comunicado oficial, Gross "podrá interponer en su momento recurso de casación (un tipo de apelación) ante la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo". El caso Gross es el último episodio de fricción entre Washington y La Habana, que desde hace más de 50 años no tienen relaciones diplomáticas.

No hubo reacción inmediata de la familia de Gross, su esposa estuvo presente en el juicio, pero diplomáticos estadounidenses lamentaron la sentencia del tribunal.

"Rechazamos y deploramos este veredicto. Como hemos dicho antes Alan Gross es un cooperante de desarrollo internacional que ha dedicado su vida a ayudar a la gente en más de 50 países", expresó Gloria Berbena, portavoz de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana y quien exhortó al gobierno a dejar al contratista volver a su hogar.

A esto se sumaron los dichos del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, quien en un comunicado quin dijo que "la sentencia de hoy suma otra injusticia a la terrible experiencia por la que pasa Alan Gross". El contratista "ya ha pasado demasiados días detenido y no debería pasar ni un día más" en prisión, recalcó.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.