Trump propone drásticos recortes por US$ 3,6 billones en una década

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Presidente de EE.UU. presentó hoy su primer presupuesto para el año fiscal 2018. Plantea reducción en subsidios para sectores más vulnerables y elevar el gasto en defensa.




El gobierno de Donald Trump presentó hoy su primer presupuesto federal que incluye severos recortes en los programas domésticos que benefician a los más vulnerables y alzas en el gasto en defensa, lo que generó rechazo entre algunos legisladores.

La propuesta de US$ 4,1 billones (millones de millones) para el año fiscal 2018, que comienza el 1 de octubre, comprende US$ 575 mil millones para el Pentágono, lo que representa un aumento de 9,5% frente al monto aprobado para el actual año fiscal.

Además, el plan pretende otorgar US$ 2.600 millones adicionales a la protección de las fronteras, de los cuales US$ 1.600 millones se destinarían a la construcción del muro en el límite con México.

Sin embargo, lo más llamativo fueron las drásticas rebajas al gasto discrecional y a los beneficios sociales que afectarían desproporcionadamente a los ciudadanos de menores recursos.

Medicaid, el programa de salud para los pobres y que a marzo contaba con casi 69 millones de inscritos, experimentaría una reducción de US$ 610 mil millones en los próximos 10 años, mientras que el seguro de discapacidad de la seguridad social vería una disminución de US$ 72 mil millones en dicho lapso. Durante la campaña, Trump había prometido no tocar ninguna de estas categorías.

El presupuesto también plantea rebajar en US$ 193 mil millones los cupones para alimentos y en US$ 143 mil millones los subsidios para los créditos universitarios en la siguiente década.

El objetivo es lograr un presupuesto equilibrado en 2027.

Rechazo en el Capitolio

A pesar de que los conservadores controlan ambas cámaras del Congreso, es poco probable que el plan sea autorizado en su forma actual, ya que tanto demócratas como republicanos se mostraron en contra de los recortes.

"Sabemos que el presupuesto del presidente no va a ser aprobado como está", declaró hoy John Cornyn, el segundo republicano de mayor rango en el Senado. Esta visión fue compartida por su colega John McCain, quien manifestó que la propuesta "está muerta a la llegada del Congreso".

El representante conservador Harold Rogers describió las rebajas como "draconianas".

En tanto, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, catalogó el presupuesto como "miope" y "cruel".

La aprobación de este proyecto es un prerrequisito para la reforma tributaria impulsada por la Casa Blanca.

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