Una búsqueda que continúa sin rastros

José Huenante, Puerto Montt

El caso de José Huenante, de 2005, sigue sin culpables. La fiscalía, en tanto, acusará a cuatro carabineros imputados por la desaparición de José Vergara.




¿Qué pasó con José Huenante?". Esto se lee en distintas murallas de las calles de Puerto Montt. La madrugada del 3 de septiembre de 2005, el joven de origen mapuche, de 16 años, desapareció. Según testigos, Huenante discutió con personal de Carabineros en la Avenida Vicuña Mackenna de la ciudad, y fue subido a un radiopatrullas de la 5ª Comisaría de Puerto Montt. Hasta ahora, su paradero es un misterio.

El caso del joven desaparecido fue tema de análisis en el capítulo "Chile", del informe anual de Amnistía Internacional 2016-2017. En el texto, de 476 páginas, titulado "La situación de los derechos humanos en el mundo", se denuncia la "desaparición forzada de José Huenante, de 16 años". También se indica que en enero de 2016, el Instituto de Derechos Humanos (INDH) interpuso una querella para que se continuara investigando el caso.

"Todos sabemos quiénes están involucrados en la desaparición de mi sobrino y no entendemos por qué nadie quiere decir la verdad. Igual tenemos esperanzas de que algún día lo podamos encontrar", dice María Huenante, tía de José, quien lleva más de 11 años en la primera línea de las tareas de búsqueda junto a su hermana, madre de la víctima.

El destino de José Huenante ha generado una serie de mitos en Puerto Montt. Nada se ha podido comprobar. Lo que sí se esclareció fueron las identidades de los tres carabineros que lo detuvieron esa madrugada: el sargento segundo J. P. A., el cabo primero P. A. M. y el cabo segundo C.A. V.

Tras la indagatoria correspondiente, y luego de haber sido dados de baja de la institución, los tres uniformados debieron ser reincorporados a Carabineros. Ahora, según se ha informado, trabajan en destacamentos de Talca y Linares.

"Estos tres funcionarios supuestamente habrían adulterado un par de libros de la unidad policial. Uno es el de registro de detenidos, que habría tenido anotado, en primera instancia, dos detenidos, pero después aparecía tachado y sobre el borrón colocaron un número uno", asegura Rodrigo Tejos, abogado del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que es parte litigante de la causa.

Los tres carabineros, sin embargo, negaron haber adulterado el registro. En sus declaraciones desplazaron la responsabilidad al oficial de guardia y al mando de la comisaría. "Hay una apelación que se hizo a la Corte Marcial para que se haga esa diligencia (interrogar al oficial de guardia), respuesta que hasta ahora no se ha dado, pero creo que (el tribunal) debiera acoger la diligencia, dada la importancia que reviste", sostiene Sergio Millamán, abogado de la familia Huenante.

El fiscal preferente de la arista civil del caso, Patricio Llancamán, sostuvo que "se están haciendo varias diligencias, pero no puedo evidenciar lo que estamos haciendo, ya que estamos poniendo todo nuestro empeño en obtener resultados concretos".

La Tercera consultó a Carabineros respecto del caso, pero no fue posible obtener una respuesta.

Misterio en el desierto

Una situación similar a la de Huenante se vivió el 13 de septiembre de 2015 en Alto Hospicio, Iquique, cuando en su casa y tras protagonizar un incidente familiar, José Vergara Espinoza, un joven esquizofrénico, fue detenido por Carabineros. A casi 18 meses de su desaparición, el Ministerio Público trabaja en el cierre de la investigación, proyectada para este mes.

Desde la fiscalía señalan que presentarán la acusación de secuestro calificado y uso malicioso de instrumento público en contra de cuatro ex carabineros que detuvieron al joven. Se trata de C.V., A.M., A.C. y M.C., quienes actualmente cumplen prisión preventiva en las cárceles de Acha y Alto Hospicio y arriesgan penas que podrían superar los 10 años de presidio.

"La única esperanza que nos queda es que alguno de los cuatro detenidos pueda entregar información sobre lo que realmente pasó ese día", asegura Alicia Vergara, hermana del joven desaparecido.

Las últimas diligencias policiales tuvieron relación con el rastreo de 29 piques mineros en el sector de Huantajaya, algunos de los cuales tenían una profundidad superior a los 200 metros.

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