Veintitrés académicos se suman a reclamo de cardenales al Papa

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Expertos apoyan opinión de prelados de que texto papal genera confusión. Cuatro purpurados enviaron una carta al Pontífice hace tres meses.




"Dado que el Pontífice reinante lanza señales bastante confusas en esta batalla contra los 'principados y potestades' del Enemigo, el barco de Pedro está perdiendo peligrosamente el rumbo como un buque sin timón y, en efecto, muestra síntomas de desintegración incipientes". La frase contenida en un documento firmado por veintitrés expertos y académicos de todo el mundo y hecho público el jueves revela las crecientes tensiones que sigue generando en varios sectores de la Iglesia Católica la última exhortación apostólica del Papa Francisco, Amoris Laetitia, en la que, entre otros puntos, se abre virtualmente la puerta para la comunión a los divorciados vueltos a casar.

El documento, firmado entre otros por nueve sacerdotes y que incluye a dos académicos que trabajan en Chile -los profesores Carlos A. Casanova, de la Universidad Santo Tomás (ver entrevista), y Claudio Pierantoni, profesor de la facultad de Filosofía de la Universidad de Chile-, busca respaldar la carta enviada en septiembre por cuatro cardenales al Papa Francisco en el que le planteaban dudas sobre su exhortación apostólica. Según los purpurados Walter Brandmüller y Joachim Meisner, de Alemania; Carlo Cafarra, de Italia, y el estadounidense Raymond Burke, el documento generó interpretaciones divergentes y contradictorias que exigían una aclaración. Los cardenales decidieron hacer pública la carta en noviembre tras considerar que el Papa había "decidido no responder".

El debate sobre los alcances del documento papal se iniciaron casi inmediatamente después de hacerse público, en abril pasado. El 29 de junio un grupo de 45 sacerdotes y teólogos enviaron una misiva al decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, en la que señalaban directamente que "la exhortación apostólica contiene una serie de afirmaciones que pueden ser entendidas en un sentido que es contrario a la fe y moral católicas" y llamaban a hacer ver esos puntos al Papa para que éste "enmiende los errores". Días después, sin embargo, el cardenal austríaco Christoph Schönborn salió a defender al Pontífice, asegurando que lo que hace el texto es aterrizar la doctrina de la Iglesia a la realidad de hoy y no seguir aferrado "a una fría moral de escritorio".

Sin embargo, el punto más tenso del debate se generó con la difusión del documento de los cuatro cardenales, el que, además, plantea que varios puntos de la exhortación apostólica van en contra de la encíclica Veritatis Splendor del Papa Juan Pablo II que plantea la existencia de normas morales absolutas frente a las cuales no existen atenuantes.

"Ellos escribieron una carta al Papa, y eso es correcto y legítimo. Pero después de que no llegó una respuesta (…), ellos la hicieron pública. Eso es una bofetada en la cara", dijo a fines del noviembre el decano de la Sacra Rota, monseñor Pío Vito Pinto. Mientras, el director de la revista Civiltá Cattolica, Antonio Spadaro, aseguró poco después que algunos están usando el tema "para crear división en la Iglesia".

Según los veintitrés académicos y religiosos que firman el último documento conocido sobre el tema, "el persistente silencio del Santo Padre puede exponerlo a la acusación de negligencia en el ejercicio del ministerio petrino de confirmar a sus hermanos en la fe". E incluso van más allá, asegurando que la Iglesia -como sostiene el profesor Claudio Pierantoni- está entrando a un periodo crítico de su historia "que presenta alarmantes similitudes con la gran crisis ariana del siglo IV (…) cuando la mayoría de los obispos (…) dudaron sobre la propia divinidad de Cristo". Y llaman a todos los cardenales a pronunciarse sobre el tema y a actuar colectivamente para corregir lo que consideran errores del Pontífice.

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