Velatón por matanza de perros reúne a decenas de personas en Punta Arenas

A raíz del envenenamiento que sufrieron una treintena de canes, animalistas y dueños de mascotas llegaron hasta la Plaza de Armas de la ciudad, para encender velas y llamar a la erradicación de la eutanasia como forma de control de la fauna urbana.




Ya no estaba "Tapón" en medio de la Plaza, moviendo la cola. El perro de ojos oscuros que saludaba a los transeúntes que caminaban por las calles de Punta Arenas, fue uno de los 35 perros que este domingo fueron hallados muertos, con signos de envenenamiento.

La matanza de los animales abandonados fue el motivo por el cual un centenar de animalistas y simpatizantes
, tras realizar una marcha pacífica, ingresaron a la Catedral de la ciudad, minutos antes de que se diera inicio a la ceremonia religiosa de la tarde, acusando al obispo Bernardo Bastres, de haber incitado a la eliminación de los canes, tras referirse al exceso de perros abandonados en la zona y argumentar que se requiere de un mayor control.

La acción, que fue cuestionada por el Presidente Sebastián Piñera, en medio de su visita a la región, culminó ayer, de manera simbólica, en las afueras de la misma Iglesia, con la despedida que un centenar de personas quisieron brindarle a los perros asesinados.

LOS QUE SE FUERON Y LOS QUE SE QUEDAN
Fueron llegando de a poco. Algunos en grupos, otros con una vela en una mano y el arnés de su mascota en la otra. Puntualmente, a las 21 horas, decenas de puntarenenses se congregaron frente a la Catedral,  para encender un cabo de vela o pegar una pancarta pro defensa de los animales.

Mientras seguían llegando personas, los sobrevivientes aprovecharon cada instante para contonearse, o pasear entre la multitud. Algunos de quienes llegaron traían consigo el retrato enmarcado de su perro, puesto que algunas mascotas con dueño también murieron el domingo recién pasado.

La gran mayoría, no obstante, corresponde a animales abandonados, que deambulan por la ciudad buscando comida o refugio.

A medida que llegaban más personas, algunos tomaban espontáneamente la palabra, para pedir a las autoridades enfrentar la problemática con consciencia, y no utilizar la eutanasia masiva como medida para controlar la población flotante de perros.

LAS OTRAS MEDIDAS PARA FRENAR EL ABANDONO ANIMAL
Lleva varios años viviendo en Chile, pero aún la gente se le acerca mezclando inglés y español para hablarle. Bruce Willett, director de la Corporación de la Defensa de los Derechos de los Animales (CODDA) de Punta Arenas, cuenta que estaba acampando fuera de la zona, y que al regresar a la ciudad, se enteró del envenenamiento de los perros, de una cifra que oscila entre los 35 y 40 animales asesinados.

Según aduce, "hay un problema muy complejo acá, tenemos gente irresponsable, y nosotros no tenemos sueldo ya para pagarle a las personas", y afirma que las iniciativas de organizaciones como ésta no logran cesar con el problema, en tanto que las personas no asimilen la necesidad de una tenencia responsable. 

El norteamericano, conocido en la ciudad por pedir auspicios y voluntarios, también detalla que, "mañana (hoy) va a llegar un crucero grande, yo voy a pedir dinero a la gente de los cruceros y, a veces, dan bastante plata. Nos da vergüenza, que gente de afuera dé a acá", pero admite que prefiere eso, a dejar sin alimento a los perros y gatos que se encuentra por su camino.

LA DESPEDIDA

A las 10 de la noche aún el cielo se mantiene despejado. Poco a poco, varios de los asistentes comienzan a tomar en brazos o a darles pequeños tirones a sus arneses, para regresar con sus perros a sus hogares. Varios grupos de jóvenes, en tanto, se quedan conversando en el sector, jugando con los animales que seguirán pernoctando en la calle, en tanto no logren ser adoptados.
"Tapón" sigue pegado en uno de los carteles, bajo una hilera de velas. Por primera vez, en tantas noches, dice un lugareño, que no se escucha su ladrido.

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