Venezuela: Nicolás Maduro, el otro con "permiso indefinido"

El chavismo dirá que con el permiso indefinido para que el presidente Hugo Chávez aplace su toma de posesión gana el pueblo venezolano, pero lo cierto es que es difícil no pensar en que, además, el gran beneficiado es el vicepresidente Nicolás Maduro.




El ahora encargado de encabezar el gobierno lo seguirá siendo después del 10 de enero, día en que Chávez debía haber tomado posesión del nuevo mandato.

Eso por el aval de la Asamblea Nacional a la permanencia del presidente en Cuba por el tiempo que requiera para tratarse del cáncer que padece y también por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que resolvió este miércoles que el gobierno puede seguir en funciones.

Se descarta así la intención de la oposición de que se encargara de la jefatura del Estado Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional (AN) y titular del máximo órgano institucional que cuenta con el refrendo de haber ganado una votación popular.


Coincidencias

Tanto opositores como oficialistas se habían mostrado de acuerdo en que Chávez está legitimado a seguir siendo considerado presidente por haber ganado las elecciones.

Así lo repitió en conferencia de prensa este miércoles el diputado opositor Julio Borges: "Hay una falta temporal del presidente electo, que sigue siendo presidente electo por los venezolanos. Lo único que falla es la conclusión".

Es decir, a estas alturas, ya nadie parece defender que por no poder asistir a la toma de posesión se puede dejar de lado que Chávez cuenta con la victoria electoral como fuente de legitimidad de su mandato.

Ahora bien, el debate sí se planteaba en qué términos constitucionales manejar la situación. Para el oficialismo, por el principio de continuidad administrativa, el gobierno seguiría en funciones hasta que el presidente pudiera juramentarse. Para la oposición, hay que declarar ausencia temporal y poner a Cabello al frente del Ejecutivo.

Así, según Borges, la decisión de la AN supone que el oficialismo "se salta la Constitución". "El gobierno está tan débil que tiene que recurrir a reconocer la Constitución".

¿Crisis?

Según Borges, "el oficialismo vive una grave crisis interna" al dejar a Maduro al frente del gobierno "cuando lo lógico es que del poder se encargue quien representa la soberanía popular, el presidente de la Asamblea".

Como era de esperar, las instituciones llamadas a resolver el embrollo, Asamblea Nacional primero y Sala Constitucional del TSJ después, se pronunciaron a favor de las tesis chavistas.

Siendo así, es Maduro el que podrá continuar al frente del gobierno cimentando su liderazgo en las filas chavistas.

"El gran beneficiado es Maduro, que es la representación del deseo de Chávez y lo que están haciendo es respetar ese deseo", le dijo a BBC Mundo Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis.

Según el analista, Maduro "gana el tiempo para construir su liderazgo y para que los amigos de Cabello más utilitarios cuando vean que el poste de luz no es él sino Maduro, saquen su enchufe para tratar de conectarlo en el de Maduro".

"Y Maduro debe tener barcos de regletas para que la gente se pegue, porque necesita hacerse con el poder", concluye León.
Unidad

Ahora bien, tanto la puesta en escena de los líderes chavistas, sobre todo Cabello y Maduro, deja poco espacio a la duda acerca de la unidad con la que concurren al 10 de enero.

Tampoco dudan en las bases chavistas, según le aseguró a BBC Mundo Víctor Sequera, dirigente del popular barrio de San Agustín.

"Todos estamos unidos con el comandante y el comandante no se ha ido, y mientras no se vaya, nada de hablar de unos u otros", enfatizó.

Según Noel Márquez, presidente de la organización musical Fundación Madera, "esto no es una revolución de nombres, comenzando por el presidente que siempre dijo 'soy una brizna que baja por el torrente revolucionario'". "El presidente Chávez dijo Chávez eres tú, Chávez somos todos",

"A Nicolás Maduro la derecha quiere desconocerlo porque es un chofer de autobús, pero bueno, todos somos choferes de autobús, somos albañiles, somos carpinteros, somos el pueblo. Eso más bien lo amerita", defendió Márquez.

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