Wallis Simpson, la divorciada de EEUU por la que Eduardo VIII dejó el trono

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En 1936 y tras menos de un año de reinado, el monarca británico abdicó para poder casarse con la socialité.




Según el Palacio de Buckingham, la Reina Isabel II y el Príncipe Felipe están "encantados" con el anuncio de boda de su nieto menor, el príncipe Harry, con la actriz Meghan Markle. Eso, a pesar de que la nueva integrante de la Casa Real tiene un perfil poco convencional para la monarquía británica: es divorciada, mestiza, estadounidense y tres años mayor que su prometido.

La última vez que un miembro de la familia real se casó con una mujer separada y estadounidense, se produjo un quiebre que derivó en un hit. Tras 325 días de reinado, en 1936 Eduardo VIII abdicó al trono para poder unirse en matrimonio con la socialité estadounidense y dos veces divorciada, Wallis Simpson.

El monarca no pudo soportar las presiones que en ese entonces ejercía la Corte Real, el gobierno y la Iglesia de Inglaterra, que condenaba el divorcio.

"No puedo cumplir mis deberes como rey como querría hacerlo sin la ayuda y apoyo de la mujer que amo", fueron las palabras del que después fue degradado a duque de Windsor, en un discurso radial que impactó a la sociedad británica de la época.

Con esas palabras se anunció también la sucesión al trono de su hermano Alberto, quien tomó el nombre de Jorge VI, el padre de la actual monarca.

A la boda de Eduardo y Wallis Simpson en 1937 no asistió ningún miembro de la familia real y después de eso la pareja se mudó a París, ciudad que eligieron para su exilio.

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