Avanzar a la formalidad laboral



SEÑOR DIRECTOR:

Más allá del reciente y tenso debate entre la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y el vicepresidente de Colbún, Bernardo Larraín Matte, sobre la informalidad laboral, debemos dimensionar que hoy 850 mil personas en Chile están sin empleo y, peor aún, la tasa de ocupación informal se ubicó en el 27,5 %, es decir, 2 millones y medio de personas tienen un empleo informal, sin protección laboral ni previsional de ningún tipo.

Diversos expertos del mercado laboral han atribuido este incremento del trabajo informal a diferentes causas como el aumento de la inmigración ilegal y el evidente decrecimiento económico del país, que ha limitado la creación de empleos.

¿Pero quiénes son estos trabajadores informales? Son trabajadores dependientes que por su relación laboral no cotizan o trabajadores independientes de actividades informales por lo general. Según un estudio de Criteria, son principalmente los jóvenes quienes no ven la informalidad como un problema y en su mayoría prefieren ser independientes pese a que ello implique, en la mayoría de los casos, un menor salario y peor aún, pensiones más bajas a largo plazo.

Sin duda, esta es y debe ser una preocupación país y de las políticas públicas. No podemos seguir sin ocuparnos de las consecuencias que tiene la informalidad laboral en cualquier sociedad. Es un desafío para todos los que creemos en que un cambio cultural que valore el trabajo formal y decente es posible y urgente.

Héctor Guerra

Presidente Asociación de Empresas de Recursos Humanos AGEST

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