Certeza electoral y calidad de la democracia



SEÑOR DIRECTOR:

Los últimos procesos constitucionales permitieron revisar la estructura orgánica del Estado, fruto de ello, se propusieron importantes modificaciones a diversos poderes y órganos.

Sin embargo, respecto de un órgano autónomo, no se formularon mayores transformaciones. Nos referimos al Servicio Electoral, donde al parecer existe consenso académico y político de sus virtudes.

Cabe recordar que Latinoamérica retomó el régimen democrático hace no más de 50 años; nuestra región posee democracias jóvenes y frágiles que requieren de máximo cuidado, en tal labor, el resguardo de los órganos de administración electoral es de suma importancia.

Es esencial que gocen de independencia, soberanía económica y administrativa y estabilidad en el desempeño de sus funciones. Un correcto ejercicio de estos órganos genera confianza en las elecciones y garantiza calidad, equidad, transparencia y competitividad de los comicios, todos elementos esenciales para salvaguardar una democracia sana.

Precisamente esa es la garantía que nos ofrece el Servel, aspectos que, en otros estados, aún son un desafío. El éxito electoral se consolida el día de la elección, pero el proceso para llegar a ello comprende un arduo y largo trabajo, nada es improvisado. Por tanto, no es aceptable cuestionar al órgano electoral; poner en tela de juicio la integridad de las elecciones nos puede llevar a un camino sin retorno.

Ejecutar las elecciones de carácter local en dos días se justifica completamente. Voto obligatorio, número de candidatos y cargos a elegir son argumento suficiente.

Leslie Sánchez

Integrante del Directorio, Centro de Estudios del Desarrollo

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