La infamia iraní

Ataque contra consultado iraní en Siria. REUTERS - Firas Makdesi


SEÑOR DIRECTOR:

En su columna del 15 de abril, Gabriel Zaliasnik se refiere al “infame” ataque de Irán contra Israel. Hay que señalar, sin embargo, que dicho ataque no se originó de la nada, sino que fue motivado por el bombardeo del consulado iraní en Damasco el 1 de abril por parte de Israel, en el cual fueron vilmente asesinados varios oficiales iraníes de alta graduación. Dicho acto constituyó un crimen de guerra y un casus belli, de acuerdo a la Convención de Viena, ya que según el mismo cuerpo legal, el recinto atacado se considera territorio iraní.

A su vez, cualquier analista internacional independiente y bien informado sabe perfectamente que el “ataque” iraní fue planificado, cuidadosamente, con armamento respecto del cual se tenía la certeza de que sería repelido exitosamente por Israel y sus aliados, como de hecho ocurrió. En resumen, un show para salvar el honor de Irán que, a diferencia del cruento ataque israelí en Damasco, no cobró ninguna víctima fatal.

Pero lo que desgraciadamente no es un show, es lo que Israel continúa perpetrando día a día en Gaza y que, debido al ataque iraní, ha pasado a segundo plano. Los 35 mil palestinos masacrados hasta la fecha, incluidos 15 mil niños, son el producto de la barbarie desatada por una potencia que se dice civilizada, pero que está protagonizando uno de los genocidios más mortíferos que la humanidad haya presenciado desde la II Guerra Mundial.

Manuel Hasbun Z.

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