Lula, el Papa y el Rosario

SEÑOR DIRECTOR

En un momento pensé que estaba soñando. Pero no, la noticia existía. Lula había recibido en su cárcel de Curitiba un rosario bendecido por el Papa Francisco. Un rosario con cuentas de color negro, una cruz plateada y el escudo del Vaticano en relieve de color plata, empaquetado en un elegante estuche cuadrado de color rojo.

La noticia, es cierto, tiene algo de confuso porque en un primer momento Vatican News desmintió que el rosario hubiera sido enviado por el Papa. Pero al rato se bajó el comunicado de la página oficial y se reemplazó por otro. En éste, a diferencia del primero, no se decía que el abogado argentino Juan Gabrois, portador del rosario, hubiera ido a título personal y se reiteraba que había sido bendecido por el Papa. Estos son los hechos informados por la prensa.

¿Cómo interpretarlos? Algunos pensarán que corresponden al réquiem de un expresidente muerto políticamente, que permanecerá un tiempo largo en la cárcel. Pero hay otra interpretación posible. No es una simple especulación. Hablando sobre el papel de los medios de comunicación Francisco dijo que "en la vida civil, en la vida política, cuando se quiere hacer un golpe de Estado (...) los medios de comunicación comienzan a hablar mal de la gente, de los dirigentes, y con la calumnia y la difamación los ensucian. Después llega la justicia, los condena, y al final, se hace el golpe de Estado". Estas palabras fueron dichas el 17 de mayo en una homilía en la capilla de la casa Santa Marta y reportadas por Vatican News.

Es sabido que Bergoglio era futbolero y peronista. Y parece que es también de los que creen que Lula es víctima de una gran injusticia.

Carlos Ominami