SEÑOR DIRECTOR:
En el Congreso se discute una iniciativa que busca transparentar las remuneraciones en las ofertas de empleo, en relación con la cual la CPC y la Sofofa han expresado sus reparos, argumentando que este tipo de tratativas se enmarcan en un ámbito privado, donde rige plenamente el principio de libertad negocial. Al respecto, creo importante señalar dos cosas. Uno, de esa libertad efectivamente gozan personas que por lo general postulan a cargos de alta dirección y disponen de mecanismos de negociación en base a su alto capital social y cultural. Esto, sin embargo, no ocurre para la vasta mayoría de los trabajadores, quienes, en la práctica, tienen escaso o nulo poder negociador y poca información de mercado para valorizar su labor.
Por ello, sería sano que sepan de antemano las condiciones económicas de un determinado puesto, lo que hará más eficiente su búsqueda y además evitará ser subpagados.
Un segundo aspecto positivo de esta iniciativa tiene que ver con la brecha salarial entre hombres y mujeres, que ha vuelto a aumentar. Transparentar las remuneraciones no soluciona el problema, pero sí es una vía más para contribuir a superar esta injusta realidad.
Óscar Gajardo Uribe
Abogado laboral, socio del Estudio Roberto Zúñiga & Cía
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