Cleopatras, una a una

Las integrantes de este mítico colectivo multimedia de perfomance de los 80 se reúnen casi 30 años después para lanzar su primer disco. Aquí, quién es cada una de las Cleopatras.




Patricia Rivadeneira

Sus amigas Cleopatras coinciden en calificarla como el "motor", la "líder", el "fuego". A eso habría que añadir que, según Jacqueline Fresard, la actriz Patricia Rivadeneira juega el rol de "la maternal, la que muchas veces hace que nos peleemos con ella, porque nos reta, nos dice las cosas como son, cuestión que le agradezco y me hace necesitarla".

Después de 14 años de residencia en Roma, donde trabajó como agregada cultural y se casó con un italiano, Rivadeneira volvió en 2014 a instalarse en Santiago. Su reinserción al medio actoral se ha notado. Sacó aplausos con su interpretación de Inés de Suárez, en Xuárez, la obra escrita por Luis Barrales y dirigida por Manuela Infante en el GAM. Lo mismo con su dramático rol de Ernestina Riesco de Mackenna, en la teleserie La Poseída, de TVN. Las mujeres y su lugar en un mundo masculino siguen movilizando a la actriz.

A diferencia de su etapa Cleopatra, donde reconoce que pasó por "una fase muy autodestructiva, con alcohol, drogas" y en la que confiesa que "creía muy poco en la vida y me costaba encontrar el equilibrio", hoy Rivadeneira ha "encontrado la serenidad", dice. En eso, mucho han tenido que ver las enseñanzas del destacado siquiatra Claudio Naranjo.

Cecilia Aguayo

Es "la razón" y "la inteligencia". Y la guardiana del material visual y sonoro de las Cleopatras. Emparejada con el músico alemán Uwe Schmidt (Atom Heart, responsable de restaurar y masterizar el material del disco próximo a salir), y madre de una joven de 17 años, la trayectoria de Aguayo es impresionante. Estudió Medicina en la Universidad de Chile y, en paralelo, Danza. Estudió piano clásico, al que le puso pausa hasta que gracias a Fresard conoció y se hizo inseparable de Jorge González. Fue él quien ya, como líder de Los Prisioneros, la acompañó a comprase un teclado y luego, tras la salida de Claudio Narea de la banda, la invitó a ser parte de la agrupación. Así Cecilia Aguayo inició una carrera musical que luego derivó en Jardín Secreto, el proyecto electrónico que realizó junto a Miguel Tapia. Tras tener a su hija, se dedicó a su familia y retomó por un tiempo la Medicina.

A fines de noviembre fue parte fundamental del regreso de González al escenario, en el homenaje que se le realizó en Movistar Arena. Desde principios de los 90, ha sido la más cercana de las cuatro.

Tahía Gómez

Tras lo que define como "una larga etapa de reventón" durante y post Cleopatras, la bailarina se volcó al autoconocimiento, la meditación, el bikram yoga, el vegetarianismo, primero, y el veganismo después. Actualmente Tahía Gómez (soltera, un hijo) es instructora de biodanza y se ha especializado en coach empresarial.

Respecto del paso de los años, desde la formación de las Cleopatras hasta hoy, Tahía reflexiona que "no hemos perdido nuestros poderes, los hemos aumentado, porque no nos quedamos en el envoltorio, en la cáscara de la belleza, sino que hemos trabajado desde muchos aspectos nuestras vidas. Y desde ahí aparecemos, desde lo matriarcal, como mujeres fuertes, independientes, que se cuidan entre ellas y crecen, con una belleza imposible de repetir".

Jacqueline Fresard

"Jorge me cuidó y ayudó a salir de la tristeza".

La diseñadora y directora de arte es la gran responsable del rol que Jorge González tuvo en las Cleopatras y que se traduce en cuatro de las cinco canciones que contiene el disco homónimo que se lanza el próximo 12 de enero. La quinta es el cover de Por qué te vas, de la cantante inglesa Jeanette, interpretada hace casi 30 años por ella (soltera, dos hijos) por sugerencia del músico. Todas fueron registradas en el pequeño estudio que González tenía en ese tiempo en la casa de su madre.

Tras cerca de un año de pololeo, en 1986 Fresard y González se casaron (ella de blanco y él de traje) en un comentado matrimonio en la iglesia Recoleta Domínica. Aunque la relación marido y mujer duró solo un año, la amistad nunca se ha extinguido y durante la rehabilitación del músico –que pelea las consecuencia del accidente cerebrovascular que sufrió en febrero de 2015–, se ha vuelto a estrechar.

"Jorge siempre me decía '¿sabes por qué armé Los Prisioneros? Para tener minas'. Y las tuvo. Nosotras", cuenta Fresard a revista Paula.

Agrega que el mundo femenino de las Cleopatras lo atrapó, porque "con nosotras se sentía cómodo y acogido, al punto de poder desdoblarse y escribir desde nosotras muchas canciones, algunas de las cuales forman parte de nuestro disco". Las palabras de Fresard ayudan también a mirar con otros ojos el disco Corazones, de Los Prisioneros, claramente teñido por la influencia de estas mujeres en la vida del líder de la banda.

La relación entre ambos trasciende la pareja y la música. Fresard califica a González como un hombre "profundamente generoso como amigo" y recuerda que tras su primeros pasos como diseñadora y directora de arte junto a Vicente Ruiz y las Cleopatras, el músico confió en ella el diseño de las carátulas del disco La Cultura de la Basura (1987) y Grandes Éxitos (1991), además de los singles Maldito Sudaca, Pa pa pa y Él es mi ídolo (1987), de Los Prisioneros, y del disco Jorge González (1993). Además, como directora de arte, Fresard trabajó en los video clips Esta es para Hacerte Feliz y Fe (1993).

Esa misma "generosidad" luego se vio en el apoyo económico que González le dio tras el término del cuarteto multimedia, cuando decidió irse a vivir sola a Choroní, paradisiaca localidad en Venezuela. Tiempo después regresó embarazada de su primer hijo. "Esperaba un hijo sola, pero además yo estaba muy mal por las muerte de mi mamá. Jorge me cuidó y ayudó a salir de la tristeza", recuerda.

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