El New Yorker ama a los perros

El gran libro de perros del New Yorker reúne, en 391 páginas, los mejores artículos, cuentos, historias, portadas, ilustraciones y viñetas sobre perros publicados en los 85 años de circulación del prestigioso quincenario norteamericano. Un festín.




Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.

El gran libro de perros del New Yorker reúne, en 391 páginas, los mejores artículos, cuentos, historias, portadas, ilustraciones y viñetas sobre perros publicados en los 85 años de circulación del prestigioso quincenario norteamericano. Un festín.

The Big New Yorker Book of Dogs, Editorial Random House, 2012. 391 páginas. Disponible en Amazon.

"Sólo el New Yorker podría capturar tan increíble colección de talentos para abordar el tema del mejor amigo del hombre", se lee en la contratapa del contundente volumen. Y en este caso la frase publicitaria es tan rigurosamente exacta como un perro con la nariz pegada a la puerta porque quiere su paseo: John Cheever, John Updike, Anne Sexton, Ian Frazier, Arthur Miller, Susan Orlean, figuran entre las decenas de firmas que despliegan sus plumas para contar historias como la de Taro, un akita condenado a muerte tras la falsa acusación de haber mordido a una niña; o el secuestro de Coby, un border Collie que estaba dentro del auto de sus amos cuando este fue robado; o el fracaso de Fanta, una labradora experta en detección de drogas que se queda dormida justo antes de la gran redada; o Buster, un quiltro del que la autora se siente inexplicablemente devota hasta que su madre le explica: "Ya sé por qué quieres tener un perro. Es porque tu hijo se va a la universidad. Cuando tú te fuiste, me compré un geranio".

Están la historia de Rin Tin Tin, el perro estrella de la Warner Brothers que llegó a filmar 23 películas mudas, y de César Millán, el encantador de canes capaz de dominar con amor, comida y rigor a cachorros destrozones o mastines pasados de rosca. Hay una notable crónica (Rich bitch, "perra rica") acerca de la viuda del imperio hotelero Helmsley que dejó en su testamento 12 millones de dólares a su perra maltesa Trouble, una muy precisamente "perra problema" en inglés.

Hay viñetas entrañables y portadas que sacan risas. Pero, sobre todo, hay un inmenso cariño, entusiasmo y fascinación por los perros, algo que Malcom Gladwell plantea así en su prólogo: "Ahora, unas palabras sobre ti. Compraste este libro: cientos de páginas sobre perros. Estás tan insanamente envuelto en la vida emocional de los perros como nosotros. ¿Has pensado por qué lo compraste? Pensarás que hablar de perros es una manera de examinar todo tipo de asuntos más amplios. Pero seamos claros. No compraste este libro porque haya en el una gran metáfora escondida. Los perros no son otra cosa. Los perros son perros. Déjemosles las metáforas a los amantes de los gatos".

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