Elna Petrowitsch por Iván Petrowitsch

El destacado fotógrafo Iván Petrowitsch y su hija Elna, ganadora el año pasado del concurso Elite Model Look, tienen una relación muy estrecha que se ha intensificado con el aterrizaje de ella en el mundo de la moda. "En esta carrera es fácil que se te suban los humos a la cabeza y que quede la embarrada en tu vida", dice Elna. "Con mi papá al lado voy tranquila analizando las situaciones que se me presentan y aceptando que todo tiene su tiempo".




Paula 1185. Especial Belleza, sábado 24 de octubre de 2015.

Hablar de Iván Petrowitsch es hablar de la historia de la moda en Chile. Luego de estudiar Fotografía en la Escuela Foto Arte, a principios de los 80, se subió a un barco y partió a Milán a empaparse de todo lo que en Chile en esos años no existía. "Me fui a Italia cuando tenía 25 años, golpeé puertas para que me dieran una oportunidad y lo logré. Mi primera editorial fue en la revista L'Uomo, luego en Harper's Bazaar y ahí no paré. Estuve en Milán y Madrid trabajando seis años". Ya de vuelta, en el año 90, aterrizó en la emergente revista Caras donde desplegó todo el conocimiento que había absorbido en Europa. Ha sido autor de más de 60 portadas y ha fotografiado a supermodelos como Cindy Crawford, Claudia Schiffer y a la actriz Penélope Cruz. Hoy, Iván está dedicado a trabajar en moda y campañas publicitarias.

Ya en los 90, con la ex modelo sueca Sophia Klovus decidió instalarse en Santiago y formar familia. De ese matrimonio nacieron tres hijos, Félix (24), Anton (20) y Elna (16). Esta última, su única hija y la que heredó sus ojos verdes, se paró por primera vez frente a una cámara cuando apenas tenía 5 años. Su padre la fotografió para una campaña de Frutillita, dibujo animado famoso en esa década. Luego, trabajaron juntos para Everlast y este año para la marca de zapatos Bruno Rossi. "Al principio se sentía un poco raro, pero luego todo fluyó muy bien", dice ella.

Ambos viven en una casa en Los Trapenses, junto a la pareja de él, la periodista Aleka Vial y la hija de ella María Maza.

Elna ganó, el año pasado, el Elite Model Look Chile. Desde ese día, partió una nueva historia entre ellos.

"Cuando estoy frente a una cámara, trato de conectarme con la personalidad de mi mamá -que es muy extrovertida- y así lograr sacar lo que hay de ella en mi para modelar".

Iván: "Fue un orgullo increíble. No podía creer que mi niñita, que mide 1,80, había ganado un concurso que es importante en Chile y que se iba a ir a China a representar a su país. Elna es muy buena estudiante, es una persona que lee dos libros al mismo tiempo en distintos idiomas, sabe sueco e inglés. Tiene un intelecto muy interesante, lo digo con toda humildad y con mucho orgullo. Y todo esto me hizo pensar hasta dónde va a llegar. No me dio miedo que entrara a este mundo. Además, la moda está mucho más profesionalizada y hoy ser modelo es una profesión hecha y derecha, que tiene una rentabilidad muy buena. Si ella un día quiere partir a trabajar afuera, no tengo ningún problema, solo le pido que sea después de cumplir 18 años. Me gusta la formalidad que hay en los cierres de ciclo. Tengo a mis dos hijos mayores viviendo fuera de Chile, estoy acostumbrado a que así sea, somos una familia que funciona así; pero creo que aún no es el momento para que parta, quiero que termine el colegio".

Elna: "Es lo que le agradezco a mi papá. Primero haber creído en mí, pero sobre todo enseñarme a ser humilde, a estar con los pies en la tierra. Con mi papá al lado voy tranquila analizando las situaciones que se me presentan y aceptando que todo tiene su tiempo. Ganar el concurso ha sido una experiencia increíble. Me ha permitido conocer otras realidades. Pero, por otro lado, es un mundo muy exigente, muy competitivo y a veces me dan ganas de quedarme en mi vida más inocente, pasarlo bien como cualquier adolescente. Trato de recordarme constantemente que también tengo otras prioridades. Por ejemplo, este verano me invitaron a trabajar a Nueva York y, si me preguntas, yo hubiera ido, pero decidimos con mi papá que era mejor esperar".

Iván: "Ella podría irse perfectamente, en eso no hay duda, el que no puede aún dejarla ir soy yo. Ella es muy importante para mí. Yo acá he tratado de estar siempre atento y hacer mi mejor esfuerzo para que ella esté bien desde que se fue su mamá. Esta es nuestra realidad y lo que nos tocó vivir. Quiero que ella sea feliz y que sepa que eso es lo más importante. Porque al final, ahí se resume la vida".

Iván: "Cuando Elna modela transmite sofisticación. Me encanta ver eso en ella. Tiene una manera de poner las manos que yo no se la he enseñado. Sin embargo, ella maneja hasta el último dedo. Una forma de mirar muy inteligente, de una mujer mayor, a pesar de que tiene 16 años. Sus ángulos también me gustan mucho. Sin duda, es una modelo que funciona".

Elna: "Desde chica me he devorado las revistas donde mi mamá sale modelando, pero yo nunca la vi modelar en vivo, eso ella lo hizo antes de que yo naciera. Pero cuando estoy en un estudio, frente a una cámara, trato de conectarme con la personalidad de ella –que es muy extrovertida– y lograr sacar lo que hay de ella en mí para modelar. Mi mamá es un tipo de mujer del que no estamos acostumbrados a toparnos acá".

"Elna modelando transmite sofisticación. Tiene una manera de poner las manos que yo no se la he enseñado. Sin embargo, ella maneja hasta el último dedo. Sus ángulos también me gustan mucho. Sin duda, es una modelo que funciona".

Iván: "Por eso ella no aguantó vivir en Chile y tuvo que irse. No logró adaptarse a esta sociedad, a esta manera de pensar".

Elna: "Mi mamá está presente, aunque vive lejos. Pero a pesar de su decisión, que fue un cambio fuerte en nuestras vidas, la veo seguido. Estuve con ella en julio. Además, es rico poder viajar y conocer a la otra parte de mi familia".

Iván: "Nuestra familia es así y creo que tiene que ver un poco con que soy fotógrafo. Esta profesión se trata de observar y eso, sin duda, tiene mucho que ver con viajar y ser libre. Nos acomodamos a los cambios".

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