Giordano otra vez

El autor de la famosa novela La soledad de los números primos acaba de lanzar un nuevo libro, Como de la familia (Salamandra), donde aborda con lucidez los dilemas de una joven pareja tras perder a la niñera de su hijo y el sostén emocional de toda la familia. Sobre la niñez eterna y los retos de las familias modernas habla el escritor italiano en esta entrevista exclusiva.




Paula 1179. Sábado 1 de agosto de 2015.

El autor de la famosa novela La soledad de los números primos acaba de lanzar un nuevo libro, Como de la familia (Salamandra), donde aborda con lucidez los dilemas de una joven pareja tras perder a la niñera de su hijo y el sostén emocional de toda la familia. Sobre la niñez eterna y los retos de las familias modernas habla el escritor italiano en esta entrevista exclusiva.

¿Por qué es tan importante para esta pareja la mirada de la Sra. A, la niñera?

Porque su forma de mirarlos está llena de ilusión y comprensión. Sus ojos son como los de una madre que mira a sus hijos. Creo que todos necesitamos un poco ser reconfortados, en todas las etapas de la vida. Si no lo encontramos dentro de la familia "real", lo buscamos afuera; estaremos forzados a pagar para obtenerlo.

Esta novela interpela a una generación de la cual tú eres parte. ¿Por qué crees que tantas parejas jóvenes como esta tienen dificultades para "dejar de ser hijos" y afirmarse como adultos?

Somos una de las pocas generaciones cuyos primeros años, especialmente la infancia, fueron mejores que lo que vino después. Nuestras ilusiones han ido en baja a medida que fuimos creciendo, entonces, creo que todos lidiamos con algún tipo de nostalgia por el "paraíso perdido". Por otra parte, el mundo se ha vuelto muy complejo, especialmente en término de roles, expectativas y responsabilidades. Ese es otro aspecto bastante explorado en el libro. Se espera mucho de cada uno de nosotros, hombres y mujeres. Creo que es más que entendible que ante esto surjan reacciones a la defensiva.

"La lectura es el único entrenamiento posible frente a la violencia de palabras. Tenemos que leer no solo por entretenimiento, sino también como preparación: para cuando las palabras se vuelvan contra nosotros".

¿Tiene esta pareja una nostalgia del pasado, un deseo de volver a la familia tradicional?

Es una especie de nostalgia con culpa, que los afecta de tanto en tanto, sobre todo cuando las cosas parecen muy complicadas y se sienten agotados. Pero creo que ninguno de ellos realmente querría volver al esquema viejo, aunque fuera posible. Fuimos criados con una idea de roles compleja –básicamente, todos tenemos que aprender a ser todo– y, aunque a veces sea difícil, no lo cambiaríamos por otro modelo.

¿Cómo se construye una familia estable, si los propios padres atraviesan una crisis de identidad y de fe?

De hecho, cada vez hay menos... Y, al mismo tiempo, también hay nuevas familias poco convencionales. Es mucho con lo que lidiar. Cada uno tiene que encontrar su propia creencia, porque aunque hayamos renunciado a la religión o a las ideologías políticas fuertes, sigue habiendo una necesidad de fe y de seguridad.

¿Cuán de autobiográficos son los dilemas del narrador?

Lo que sí seguro comparto con el narrador es esa tensión constante entre lo que es puramente racional y científico, y lo que es más irracional, sentimental, caótico. En el libro, esa tensión se hace visible claramente en las perspectivas de Nora y del narrador, pero ambas cosas residen dentro mío. Además, como el narrador, creo que estoy bastante dominado por el color negro.

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