Matías Vicente, cofundador

Los productos de belleza de la marca chilena Agualluvia se elaboran con fórmulas estrictamente naturales diseñadas por Matías Vicente, un bioquímico que dejó a un lado una vertiginosa carrera científica por una vida más a tono con el ritmo de la naturaleza.




Paula 1120. Sábado 27 de abril 2013.

Los productos de belleza de la marca chilena Agualluvia se elaboran con fórmulas estrictamente naturales diseñadas por Matías Vicente, un bioquímico que dejó a un lado una vertiginosa carrera científica por una vida más a tono con el ritmo de la naturaleza.

Iniciado al sufismo hace más de una década, el chileno Matías Vicente –o Abdul Matin– es el cofundador junto a su mujer, Patricia Ibáñez, de Agualluvia, una marca que desde 2004 se ha mantenido con éxito en el incipiente mercado de la cosmética natural chilena. Instalado con su familia en una parcela cercana a Villarrica, donde fundó el primer centro Sufi de Chile, él mismo investigó y experimentó hasta llegar a una fórmula base para sus jabones que ha sido aplaudida en ferias internacionales de belleza como Cosmoprof, la más importante del rubro. Mientras dirige las actividades del nuevo centro de espiritualidad Rabbani, en Ñuñoa, y afina los detalles de la fundación del centro Sufi de Santiago, en Peñalolén, por estos días Vicente está próximo a lanzar la nueva línea Flor de Vida que, además de los ya conocidos jabones, sales de baño y aguas tonificantes, contempla un nuevo champú de quillay, libre de surfactantes tóxicos. Bioquímico de profesión, acá comparte algunos de sus hallazgos más valiosos en su búsqueda por desarrollar una línea de productos de belleza que no agredan al cuerpo humano:

Químicos que conviene evitar: "Una persona está expuesta a diario a más de 100 químicos contenidos en champús, cremas, jabones, etc. Algunos muy usados en cosmética, pueden ser perjudiciales:

–Sodium lauryl sulfate: "presente en casi todos los productos de higiene, según publicaciones del American Journal of Toxicology y del Contact Dermatitis, irrita la piel y los ojos. Puede producir dermatitis y alergias cutáneas".

–Triclosán: "usado en jabones, pasta de dientes y desodorantes. Estudios de la Universidad de Davis demuestran que puede afectar al sistema endocrino y la función muscular cardiaca".

Ingredientes que hay que buscar en las etiquetas:

"Aceites y ceras vegetales, como aceite de oliva, palta, almendra y manteca de karité. En vez de aromas sintéticos, preferir aceites esenciales, que tienen propiedades aromaterapéuticas".

Algo que aprendí del sufismo que me ayuda a vivir mejor:

"Estar en la compañía de un maestro, un guía, una persona pura de corazón. Nuestro maestro Sheikh Nazim, que vive en Chipre y es el líder de la orden sufi Naqshbandi, dice lo siguiente: 'Todos debemos pedir por un guía, ya que estamos en necesidad de alcanzar nuestro destino… y es tan difícil'". www.sufi.cl

Hechos a mano en una parcela cercana a Villarrica, con una base de aceite de oliva, leche de cabra y agua de lluvia, los jabones formulados por Vicente se venden en exigentes mercados como el norteamericano, donde estuvieron todo un año en las sucursales de Anthropologie. También se distribuyen en Europa vía web y en la tienda Groene Passage, en Holanda.

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