Nuevas telas para una moda sustentable

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Residuos tóxicos, deforestación, alto consumo de agua y de emisiones de carbono son algunas de las consecuencias de la producción textil, que cada año genera 400 billones de metros cuadrados de tela, equivalente a 70 millones de toneladas de ropa. Frente a los hechos, agentes de la industria se han aliado a la innovación tecnológica e investigación científica para elaborar fibras que provoquen menor impacto ambiental con materiales tan particulares como redes de pescar, granos de café y cultivos microbianos. Estos son los seis cuyo nombre suena fuerte por estos días.




Paula 1215. Sábado 17 de diciembre de 2016.

Piñatex: con hojas de piña

Similar en apariencia al cuero, Piñatex utiliza fibras de celulosa extraídas de las hojas de piña, un subproducto agrícola que no requiere agua, fertilizantes ni pesticidas. Fue desarrollado en Filipinas por la española Carmen Hinojosa, quien se asoció con tejedores locales para elaborar el nuevo material. Hace unos meses Hinojosa fue galardonada con el premio a la Innovación de The Arts Foundation, organización que financia artistas y creadores emergentes. Su producto ha sido utilizado por marcas como Camper, Ina Koelln y NAE (www.ananas-anam.com).

Econyl: con redes de pesca recicladas

El sistema de regeneración Econyl®, patentada por la compañía italiana Aquafil, es actualmente el proceso de reciclaje más avanzado y sostenible de la industria de fibras sintéticas. Se trata de una fibra de nylon que se produce usando residuos industriales y residuos post-consumo tan disímiles como alfombras sintéticas y redes de pesca recuperadas del fondo marino. Según datos de la empresa, por cada 10 mil toneladas de Econyl se eliminan 12,6 mil toneladas de basura del mar, se ahorran 70 mil toneladas de petróleo y se evita la emisión de 42 mil toneladas de CO².

Adidas, Triumph, Volcom y La Perla son marcas que ya han utilizado esta materialidad para desarrollar colecciones de ropa deportiva y trajes de baño (www.econyl.com).

Tencel: con madera de eucalipto

Creada en 2010, Tencel® es una fibra lyocell producida a partir de pulpa de madera de eucalipto proveniente de bosques certificados.

El solvente para disolver la madera es natural y puede ser reutilizado hasta en un 99%, reduciendo al mínimo el impacto ambiental durante el proceso de producción. Es más resistente que el algodón, se arruga poco, y dentro de sus cualidades destacan su capacidad de absorción de la humedad y propiedades antibacterianas. Es ampliamente utilizada en la actualidad y, de hecho, se encuentra en las colecciones Conscious de H&M y la recién lanzada Join Life, de Zara (www.lenzing-fibers.com/en/tencel).

S.Café: con granos de café

Asombrado por la capacidad que tiene el café para neutralizar los olores, el taiwanés Jason Chen, fundador de S.Café®, dedicó años de investigación y experimentación para crear un tejido proveniente de los residuos de este grano, que comenzó recogiendo de cafeterías, casas de amigos y luego de fábricas. Además, la fibra protege de los rayos UV y su tiempo de secado es excepcionalmente rápido. Al ser una tela ideal para ropa outdoor y deportiva, ha sido utilizada por marcas como New Balance, Timberland y The North Face (www.scafefabrics.com).

Qmilch: con leche

Mientras buscaba ropa libre de químicos para su padrastro con cáncer, la diseñadora y bioquímica alemana Anke Domaske investigó sobre los textiles creados con proteínas de leche. Con 200 euros y un laboratorio casero, Anke desarrolló una fibra textil a partir de leche no apta para consumo humano (1,9 millones de toneladas de leche cruda se desechan en Alemania cada año por no cumplir con los estándares de calidad necesarios).

Para producir 1 kilo de fibra se necesitan solo 5 minutos y máximo 2 litros de agua, asegurando un mínimo de emisiones de CO². Se trata de una tela similar a la seda, 100% biodegradable y con propiedades antibacterianas, por lo que puede ser utilizada, además, en productos médicos (www.de.qmilk.eu).

BioCouture: con cultivos microbianos

Suzanne Lee, diseñadora formada en Central Saint Martins, en Londres, acuñó el nombre BioCouture cuando investigaba la posibilidad de crear ropa a partir de cultivos microbianos. Utilizando una tina, levadura de cerveza, té verde y azúcar, desarrolló una tela experimental que a partir de una lámina transparente de celulosa que se lava y seca al aire libre, dando paso a un tejido que puede ser teñido con colorantes naturales y que, además, puede ser compostado al fin de su vida útil. Actualmente Suzanne es la directora creativa de Modern Meadow Inc, donde explora nuevas formas de crear materiales animales sostenibles, como cuero de laboratorio (www.ted.com/talks/suzanne_lee_grow_your_own_clothes).

Se calcula que la producción anual de algodón emplea más de 200 mil millones de metros cúbicos de agua y contamina otros 50 mil millones de metros cúbicos. Se necesitan 10.000 litros de agua para producir 1 kilo de algodón.

¿Cuánta agua se gasta en un par de jeans?

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La prenda más democrática del clóset es también una de las que más agua requiere en su proceso productivo y todo su ciclo de vida. Con el algodón como principal componente, se calcula que un par de jeans consume entre 3 mil y 4 mil litros de agua, llegando a 7 mil litros en el caso de un pantalón que para su apariencia desgastada requiere de un lavado más intenso.

Según datos entregados por Levi’s, su clásico modelo 501 utiliza 3.781 litros de agua durante su ciclo de vida. En 2010, la marca lanzó su colección Water

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