¿Concurso desierto? La soterrada pugna política por estratégico cargo en el Senado

PS y DC apuestan por imponer sus cartas para el puesto que dejó en marzo José Luis Alliende, mientras que el oficialismo ha resistido dejar a figuras politizadas administrando el presupuesto de la Cámara Alta.


Una importante decisión tendrá que tomar en esta vuelta del receso legislativo el presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana (PPD). Y es que a casi cinco meses de que se iniciara el concurso para el cargo de prosecretario y tesorero del Senado –que dejó José Luis Alliende en marzo– la corporación aún no ha nombrado a su reemplazo.

Y la decisión no será fácil. El senador por La Araucanía, de hecho, está evaluando –entre otras opciones– la posibilidad de declarar desierto el concurso.

Pese a que el proceso de selección de los postulantes estuvo liderado por la consultora externa Taget DDI, que evaluó sus currículums y se aseguró de que cumplieran los requisitos mínimos para participar del concurso, los nexos políticos de algunos de ellos han entrampado el nombramiento de uno de los cargos más relevantes para la gestión administrativa y financiera del Senado, cuyo presupuesto anual es cercano a los 43 mil millones de pesos.

Dos nombres sobre la mesa son el extesorero de la República, Hernán Frigolett, quien milita en el Partido Socialista, y el exdiputado DC Aldo Cornejo. Ambas cartas son impulsadas por sus respectivas bancadas en el Senado. Sin embargo, ninguna de ellas ha concitado el apoyo necesario para asegurar los 29 votos que se requieren para su ratificación en la sala.

En el caso de Frigolett, en todas las bancadas existe el convencimiento de que técnicamente es uno de los más preparados y, de hecho, fue el mejor evaluado por la consultora al momento de seleccionar a los postulantes. Sin embargo, el rol de asesor del PS que ha jugado en la tramitación de la reforma tributaria ha despertado resistencia, sobre todo, en sectores de Chile Vamos.

En el caso de Cornejo, además de su militancia en la falange, varios sectores han advertido que no tendría "las capacidades técnicas" para asumir un cargo de esta envergadura.

Perfil "político" versus "técnico"

En ambos casos, según fuentes de la corporación, podría correrse el riesgo de que se utilice políticamente el cargo para instalar un cuoteo político al interior de los cargos administrativos del Senado.

Desde el oficialismo, de hecho, han advertido a la mesa de la corporación sobre el riesgo de que en este caso se privilegie un perfil político por sobre un perfil técnico. "Creo que la administración del Senado hay que despolitizarla y profesionalizarla. Soy partidario absolutamente de que se declare desierto el concurso", sostiene el miembro de la Comisión de Régimen Interno de la corporación, Manuel José Ossandón (RN).

Y ante ese escenario, dicen las mismas fuentes, los otros cuatro candidatos en carrera tampoco tendrían respaldo. Por ejemplo, Pablo Oneto –actual Subsecretario Administrativo de la Cámara de Diputados- tuvo que dar explicaciones por un sumario que se abrió por el polémico pago abultado de viáticos que se detectó el año pasado en esa corporación, lo que ha generado dudas entre los senadores. En tanto, Carlos Loyola no convence a los parlamentarios, quienes advierten que tiene "poca experiencia en lo público". Carlos Moyano, en tanto, al ser abogado, dicen las mismas fuentes, no tendría el perfil necesario para asumir el cargo.

Además, en el Senado ya dan por descontada a Cristina Araya, la ex jefa de Finanzas de la corporación que fue desvinculada por el secretario Raúl Guzmán el pasado 10 de julio.

Así, Quintana podría proponer que se declare desierto el concurso y llamar a un nuevo proceso; lograr un acuerdo para someter a votación a alguno de los nombres en carrera –pese al escenario adverso que podrían enfrentar– o mantener a Julio Cámara como interino.

*Esta nota fue modificada el viernes 9 de agosto de 2019 a las 15.30 horas.

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