El subsecretario que duró demasiado

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La presencia de la autoridad como jefe de Redes Asistenciales se transformó desde un principio en un flanco de conflicto del gobierno con la oposición, pese a lo que logró aguantar casi exactos once meses en el puesto.


Desde un inicio, la designación de Luis Castillo como subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud no pasó inadvertida. Su confirmación -el 10 de agosto de 2018, al día siguiente del primer cambio de gabinete del segundo gobierno de Sebastián Piñera, y en reemplazo de la doctora Gloria Burgos- generó molestias y la pronta reacción de la Democracia Cristiana, partido que lo ha acusado de omitir información de la autopsia del asesinado expresidente Eduardo Frei Montalva.

Así, con el pasar de los meses, la presencia del subsecretario en la cartera se transformó en un flanco de conflicto del gobierno con la oposición, que le costó más de algún reclamo.

Pocos días habían pasado, de hecho, de su arribo al gobierno, cuando los parlamentarios de la ex Nueva Mayoría anunciaron el veto de Castillo en las comisiones de Salud de ambas Cámaras. Pocos días habían pasado, también, cuando señalaron que, en su consideración, el subsecretario -que permaneció menos de un año en el cargo- estaba inhabilitado para ejercer; críticas que fueron respaldadas igualmente por el expresidente del Colegio Médico, Enrique Paris.

En medio de la polémica fue justamente Magdalena Piñera, hija del Presidente, quien salió en su defensa: "Encuentro que estamos llegando a una cultura demasiado odiosa y violenta, donde no se conversa o discute, sino que se agrede. Mucha intolerancia, donde creemos que podemos vetar gente y actitudes totalitarias que nada aportan a un Chile amable". Pero el post en Twitter de la hija del Mandatario fue respondido por uno de los nietos de Eduardo Frei Montalva: "Qué más violento que asesinar a mi abuelo y tratarnos hoy de canallescos por pedir justicia y ética en las autoridades".

Con esto, la situación del subsecretario comenzó a pesar más en el Ejecutivo y se transformó en una de sus piedras de tope. Pese a esto, logró mantenerse en el cargo.

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Foto: Mario Téllez / La Tercera[/caption]

Un 2019 complejo

En enero, sin embargo, su evaluación cambió. Con el fallo del juez Alejandro Madrid -el 30 de ese mes- la permanencia de Castillo volvió a verse con cierta fragilidad: el documento del magistrado dictaminó que la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva fue un "homicidio", pero que no se podía atribuir alguna responsabilidad penal a la omisión que cometió a inicios de la década de 2000 el entonces director de la Red Salud UC -lugar donde se realizó la autopsia del exmandatario- de no hacer llegar a la familia de Frei los resultados de un inédito análisis médico descubierto en dicha institución.

Once días después, en medio de las emergencias por los incendios en el sur del país y las intensas lluvias en el norte, el Presidente Sebastián Piñera debió interrumpir sus vacaciones para abordar la situación climática, instancia en la que fue consultado por la situación del entonces líder de Redes Asistenciales. Sin embargo, por primera vez evitó dar un respaldo y manifestó que "respecto al subsecretario Castillo, en este instante estamos 100% preocupados y dedicados en cuerpo y alma a enfrentar las emergencias de los incendios en el sur, del terremoto en la región de Coquimbo, de las inundaciones en las regiones del norte".

De esta forma, el Mandatario marcó un contraste con la manera en que había tratado la polémica en el pasado. De hecho, tras los primeros cuestionamientos que surgieron en contra del subsecretario, Piñera enfatizó que "en los veinte años de investigación que lleva el juez Madrid, nunca le ha hecho ninguna imputación a Castillo", por lo que -precisó- "si hay más antecedentes, depende de cuáles son los antecedentes, vamos a evaluar esos antecedentes. Un Presidente no actúa por capricho".

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Foto: AgenciaUno[/caption]

"Si me van a sacar, me gustaría irme por la puerta ancha"

La situación opacó la tranquilidad que había tenido el subsecretario hasta ese momento. Según información que conoció La Tercera en febrero, Castillo habría dicho a sus cercanos que no quería afectar al gobierno, pero que "si me van a sacar, me gustaría irme por la puerta ancha".

Su posición dejó entrever en ese momento que la exautoridad sanitaria se alistaba a dar un paso al costado, ya que, de acuerdo a su entorno, él no estaba disponible para generar un problema político. La decisión -señala un reportaje de este medio- se transformó en un dilema para Castillo, porque su salida en ese momento podía entenderse como un reconocimiento de la falta que se le imputa en el caso Frei.

Pero la incomodidad que Castillo habría sentido en su subsecretaría también tocaba otros temas: a sus cercanos les confesó en más de una oportunidad su disconformidad por sentir que al evaluar su gestión, ésta se viera permanentemente "marcada" por un tema que calificaba como una "operación política".

Los whatsapps

En mayo de este año, otra polémica enlodó la gestión del médico. Esta vez -sin embargo- fue el Colegio Médico (en su sede de Atacama) el que pidiera la remoción de Castillo de su cargo, luego de que fueran dados a conocer una serie de mensajes de Whatsapp que la ahora ex autoridad envió al ex director del Servicio de Salud de la tercera región Emilio Ríos, en los que pedía desvincular a tres funcionarios.

En uno de las conversaciones, Castillo increpaba a Ríos por tener en un cargo a "una comunista que nos hizo la vida imposible en el gobierno anterior". Las críticas no se hicieron esperar: el gremio médico señaló en un comunicado que los hechos cometidos por Castillo "se escapan de una conducta éticamente correcta, incurriendo en eventuales faltas administrativas y/o delitos".

Luego de esto, la exautoridad sanitaria aseguró que los mensajes se dieron "en una conversación privada de sugerencias al arribar a la dirección del Servicio de Salud de Atacama, donde en ese momento había directivos que tenían varios elementos sumariales en curso y que sugería que hiciera una reorganización".

Con la salida de Castillo, cuya renuncia fue aceptada por el Presidente este jueves tras casi once meses de su nombramiento, suman tres las personas que Piñera ha tenido que remover de Redes Asistenciales en poco más de un año. Primero fue Juan Manuel Toso, quien no alcanzó a asumir tras la polémica por la existencia de una sanción en su contra del Tribunal de Ética del Colegio Médico; y luego fue el turno de Gloria Burgos, quien permaneció cinco meses en la cartera.

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