Las dudas y riesgos ante el protagonismo de Sebastián Piñera

En su accidentada expedición a Quintero -que sus asesores desaconsejaron-, "lo traicionó su naturaleza", advirtió este jueves el rector de la UDP, Carlos Peña, en radio Duna.


Venía dando que hablar en los análisis políticos, pero con la protesta que enfrentó en Quintero, el tema se hizo ineludible. ¿Se está exponiendo más de la cuenta el Presidente Piñera? ¿Es un accidente o se acabó el diseño original de que los ministros salgan al frente y él se cuide? ¿Está volviendo a ser el de 2010 o nunca dejó de serlo? El derrotero de sus últimas semanas deja estas y varias otras interrogantes entre sus asesores, dirigentes oficialistas y analistas.

En su accidentada expedición a Quintero -que sus asesores desaconsejaron-, "lo traicionó su naturaleza", advirtió este jueves el rector de la UDP, Carlos Peña, en radio Duna. "Traía una estrategia, una actitud, a la hora de manejar el gobierno, muy inteligente, porque lo alejaba de aquella actitud frívola, juguetona, casi payasesca con que se manejó en muchas ocasiones durante el primer gobierno", describió Peña, agregando que "lo que ocurrió con su visita a Quintero es probable que esté movida por esa pulsión suya de intervenir personalmente".

Según advierte Roberto Izikson (Cadem), esto tiene peligros. "El riesgo de esa estrategia es el sobregiro", dijo, aunque cree que fue "necesario" optar por un Mandatario más presente. "No creo que sea malo. Es una estrategia distinta a la original. El diseño original era correcto: él escoge sus pautas con cuidado, mide sus intervenciones (...), pero eso requiere de un gabinete muy alineado y muy activo, que es lo que no tuvo y es lo que no está teniendo".

Así, señaló que "la intervención del Presidente en Quintero no habría sido necesaria si es que los ministros de Salud y Medio Ambiente hubiesen logrado encauzar la crisis". Y advierte que "si mantiene este nivel de presencia, corre el riesgo de pagar con su desaprobación".

"Hasta ahora veíamos al Presidente que se mantenía más en segundo plano (...), pero llegó el momento en que sintió que eso no estaba siendo suficiente y decidió hacerlo", es la óptica del abogado Gonzalo Cordero, quien agrega que "el que baje a la cancha se podría entender como una crítica explícita al comité político, pero también es una cierta forma de blindaje del mismo".

El diagnóstico no es compartido en Chile Vamos. "Hay ocasiones en que el Presidente tiene que ejercer el rol de liderazgo al que obliga su cargo. Cuando salió a poner orden ante el ruido de los partidos, fue ejercer su rol de jefe político. Lo de Quintero ha sido puntual", observa la jefa UDI, Jacqueline van Rysselberghe. "Me parece bien que se involucre directamente en temas importantes. Creo que la imagen presidencial es muy potente, sobre todo en estos temas trascendentes y sensibles", acota Mario Desbordes (RN).

"Las canas le han hecho bien, y el capítulo Quintero es puntual. Me consta que hay una experiencia y aprendizaje, un Jefe de Estado que es un entrenador que deja al equipo jugar, pero que cuando siente que tiene que poner su capital político, lo hace", añade Hernán Larraín Matte (Evópoli), quien estuvo en el segundo piso en su primer período.

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