Hoteles para mascotas: ¿es seguro dejar ahí a nuestros animales?

¿Cualquier perro o gato puede quedarse en uno de estos recintos? Según veterinarios, tan importante como la reputación del lugar es analizar la personalidad de la mascota, porque no todas son capaces de lidiar con los cambios y la novedad. Acá sus consejos para unas vacaciones tranquilas.




Actualizado el 16 de enero de 2023.

Hace un año, la foto de un perro conectado a una sonda intravenosa y con un letargo abrumador se viralizó en Instagram y WhatsApp. Horas atrás había asistido a un popular hotel para perros, lugar en el que Ayün, que es el nombre de este galgo, tuvo una descompensación y mostró signos de deshidratación, bradicardia y dolor muscular. Esto generó una intensa polémica en redes sociales y abrió la discusión sobre cuáles deben ser las condiciones mínimas de un recinto para cuidar animales, así como también qué tipo de mascotas pueden quedarse en un hotel y para cuáles es mejor conseguir un cuidador.

“Nuestro consejo”, dice la tutora de Ayün, que prefirió no dar su identidad, “es que se tenga ojo de dónde llevan a sus mascotas; que averigüen, que busquen recomendaciones de confianza y que traten de conocer los lugares en persona”. A su perro, por suerte, la mala experiencia no le dejó mayores consecuencias.

Quienes están planeando sus vacaciones y no pueden llevar consigo a su mascota atraviesan esa disyuntiva. Son muchos los factores que hay que poner en juego: el presupuesto, el tiempo, el tamaño del animal, su salud y su personalidad. Para ayudar a resolver el dilema de dónde dejarlo, y si conviene o no confiarlo a un hotel de mascotas, conversamos con dos especialistas en medicina veterinaria.

Planificar y ensayar

Si te han recomendado un hotel para dejar a tu mascota pero noticias como la anterior te hacen dudar, entonces convendría seguir el consejo de Gonzalo Chávez, docente de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás y miembro del Colegio Médico Veterinario de Chile: “lo más recomendable”, dice, “es probar este servicio antes de que la familia se vaya de vacaciones; algo así como un ensayo”.

Usarlo solo por una noche o dos y evaluar su desempeño para una futura estadía más extensa. “Solo así vamos a poder ver cómo reacciona nuestra mascota, qué tal fue el servicio y la atención que recibieron, y cómo se va a sentir ella con la experiencia”. Algo que es aplicable tanto para hoteles como para cuidadores personalizados.

Si el resultado es positivo, luego hay que hacer algo que no todos los chilenos acostumbran: planificarse. Es lo que recomienda Paola Mujica, secretaria académica de la Escuela de Medicina Veterinaria en la Universidad de Las Américas, ya que un fenómeno común es que “los hoteles más reconocidos y los cuidadores más destacados tienen una alta demanda durante estos meses”.

Si no hay una buena planificación, es muy probable que los lugares y personas con mejor reputación tengan sus vacantes llenas y haya que improvisar en espacios de los cuales no puedas obtener suficiente información ni recomendaciones cercanas.

Hotel o cuidador: ¿dónde se sentirá más cómoda una mascota?

La personalidad del animal, incluso más que la raza, es el factor determinante para elegir el tipo de espacio en el que se sentirá más cómodo. Si es introvertido o sociable, si le cuesta interactuar con otros o se deja querer, si es hiperactivo y necesita de mucho ejercicio o si es tranquilo y dormilón; esas características harán que un lugar sea mejor que otro para la mascota.

“En el caso de los gatos, evidentemente se va a sentir más cómodo en su casa”, dice el miembro de COLMEVET. Son más territoriales y apegados a sus espacios personales, por eso en los felinos “es relevante recurrir a la red de contactos como primera opción”, asegura. Que algún familiar o amigo se quede en casa o que los vaya a ver diariamente para limpiarles la arena, renovarles el agua, darles comida y hacerles un poco de compañía.

Respecto a los perros, Chávez llama a considerar la personalidad del animal. Si es sumamente amable, sociable o le gusta interactuar con los demás, tanto personas como perros, “es muy probable que se sienta más cómodo en un hotel”, puntualiza. De esta manera, “va a estar acompañado y va a tener más posibilidades de recibir estímulos durante todo el día”.

“La mayoría de los hoteles tienen patios de sol o de juego, donde van soltando a los animales de manera controlada para que puedan interactuar entre ellos sin problemas. Eso mantiene arriba el estado emocional de los pasajeros del hotel”, añade.

Pero si el perro, ya sea por edad, personalidad o raza es más bien de tipo sedentario, “es decir, sin una alta motivación por la interacción o el movimiento, que no se ve altamente animado a explorar o salir, es probable que tenga más problemas para socializar con los demás”.

Para ellos, Chávez sugiere que sea cuidado en casa a través de “algún familiar, vecino o contratar otro servicio de cuidado de mascotas”. También hay personas que los cuidan en sus propios domicilios, en espacios cerrados, seguros y sin otros animales.

Preguntas claves

“Existen excelentes alternativas de hoteles de mascotas, con diferentes enfoques, características y muchas veces destinados especialmente a un perfil de animal en particular”, explica Paola Mujica. Hay algunos enfocados en los gatos y otros en los perros pequeños, los perros sociables, los perros indoor o los perros grandes y atléticos.

“Por eso, la decisión debe pasar por las preferencias que tenga el animal y cómo sea su rutina diaria”, señala. “Desde ahí hay que analizar la alternativa que se ajusta mejor”.

Algunos perros, cuenta Mujica, realmente disfrutan jugar diariamente en lugares abiertos con otros pares, pero sin depender demasiado del contacto o la atención permanente de una persona. Otros, en cambio —en especial los que viven en departamento— necesitan de más contacto directo con las personas y menos de animales desconocidos, ya que prefieren un ambiente más calmado y que les parezca seguro. “En el primer caso, podría ser más recomendable el hotel”, dice, “y en el segundo un cuidador particular”.

Muchas veces se culpa a los hoteles o recintos de cuidado de mascotas por el estrés o el agotamiento con el que llegan de vuelta los animales, pero en pocas ocasiones hay un mea culpa de parte de los dueños o tutores respecto a si era el mejor lugar para dejar a su perro o gato de acuerdo a su personalidad.

Para evitar consecuencias indeseadas, la médico veterinaria comparte 9 preguntas que todo tutor de un animal debe hacerse antes de llegar y optar por un servicio, poniendo siempre a la mascota al centro de todo.

  1. ¿A mi mascota le gusta estar en ambientes nuevos?
  2. ¿Disfruta del juego con otros animales? ¿Le interesa interactuar con otros perros durante los paseos?
  3. ¿Cómo está acostumbrado a dormir y descansar? ¿Puede replicar eso en un hotel? ¿Se siente cómodo de visita cuando esas condiciones no existen?
  4. Cuando lo alimenta o cuida otra persona, ¿cómo se comporta?
  5. ¿Ha estado antes lejos de la familia o al cuidado de otra persona? ¿Cómo se fue la experiencia?
  6. ¿Cuál es el protocolo de emergencias del hotel o cuidador?
  7. ¿Cuál es la rutina del hotel o del cuidador o cuidadora?
  8. ¿Qué competencias/experiencia tiene la persona que cuidará a la mascota, ya sea particular u hotel?
  9. ¿Cuáles son la referencias del hotel o del cuidador o cuidadora?

Dependiendo de las respuestas, sabrás si lo mejor es optar por un hotel o conseguir a alguien que lo cuide en tu misma casa o en un domicilio particular.

Consideraciones para prevenir negligencias

El caso de Ayün generó una intensa reacción en las redes sociales. Rápidamente, se comenzaron a viralizar otros casos de malas experiencia tanto en el mismo hotel como en otros. Hay historias que terminaron en graves enfermedades o incluso en accidentes fatales para los animales.

“Tenemos que considerar que cualquier entorno que resulte amenazante para un animal va a generar algún tipo de consecuencia, tanto a corto como a largo plazo”, apunta Chávez. “Cuidar a una mascota requiere contraer responsabilidades asociadas a su mantención, salud y bienestar”, dice Mujica, por lo que “es necesario observar constantemente el comportamiento de los animales con el fin de detectar a tiempo cualquier alteración que perjudique su calidad de vida”.

Por eso, la académica de la UDLA llama a no relativizar este tipo de estadías. En muchos casos pueden resultar estimulantes y realmente agradables para las mascotas, pero no lo será en animales menos capaces de lidiar con los cambios. “La separación de sus tutores y tener que desenvolverse en un ambiente nuevo, como un hotel, genera cierto nivel de estrés en los animales, y su magnitud dependerá de cada individuo y del trato que se le dé en este nuevo ambiente”.

“No basta sólo con entregar refugio, alimentación y un espacio de juego, también es necesario supervisar las interacciones de los animales en todo momento”, asegura la especialista. Solo de esta manera es posible identificar “si un perro está agotado de jugar —y esto pone en riesgo su salud— o no se siente seguro en el ambiente —y por eso ingiere menos alimento—, o quizá requiere de más comida dado que su nivel de actividad aumenta en ese recinto, o si prefiere estar solo sin otros animales, entre muchas otras cosas”.

“Un manejo adecuado puede evitar que se refuercen conductas no deseables y eventualmente también prevenir que estas aparezcan en este contexto especial, lejos de su ambiente y familia”, explicita.

Foto: Emerson Peters.

Daños psicológicos y retrocesos

¿Cómo saber si la estadía en un hotel dejó alguna secuela en mi mascota? Un episodio de estrés o bien de negligencias puede generar distintas huellas en nuestros animales. “La mayor parte del tiempo, las personas y también los animales tienen herramientas que les permiten sobrellevar momentos estresantes. Pero cuando la situación es extremadamente negativa para una mascota, esto puede activar conductas que pueden condicionar su comportamiento normal”, señala Chávez.

Según el veterinario, las manifestaciones conductuales más comunes en los animales luego de una mala experiencia son las siguientes:

  • Timidez
  • Desconfianza, tanto con otros animales como con humanos
  • Que le cueste establecer nuevas relaciones sociales
  • Agorafobia; es decir, que no quiera salir a espacios abiertos
  • Fobias sociales
  • Miedo
  • Ansiedad
  • Disminución en sus ganas de jugar o correr

“Un animal que se vea expuesto a entornos amenazantes o a un maltrato físico o psicológico tendrá consecuencias, las que se pueden manifestar a largo o corto plazo”, detalla el especialista. Por eso, repite, es muy importante conocer bien a la mascota y analizar según sus características el lugar donde pasará las vacaciones, para “entender qué tan vulnerables pueden ser frente a una situación de riesgo. En algunos casos, solo el hecho de estar alejado de su familia lo puede hacer sentir más frágil”.

Ley Cholito al debe

A más de cinco años de su implementación, la Ley Cholito tiene ciertos vacíos que generan descontento en varias fundaciones animalistas. A pesar de los miles de delitos ingresados al sistema judicial, más del 90% de ellos ni siquiera llegan a ser investigados. Hasta agosto del 2021, solo el 6,93% de las denuncias ingresadas al sistema judicial ha sido formalizada.

Actualmente, se establece el delito de maltrato animal en el artículo 291 bis del Código Penal, donde se castiga “a quien cometiere actos de maltrato o crueldad con animales, entendiendo por tales conductas, acción u omisión (ocasional o reiterada), que injustificadamente causase daño, dolor o sufrimiento al animal”.

La pena mínima va desde los 61 días hasta los 3 años de privación de libertad y multa de 2 UTM a 30 UTM ($100.000 a $1.500.000 aprox.), o solo la multa, dependiendo del caso, además de la inhabilidad absoluta para toda la vida para tener cualquier tipo de animales.

Gabriel Zeballos, fundador de la Fundación Mascota Alerta, comentó a 24 Horas que “muchas veces los dueños de hoteles caninos se aprovechan de estos vacíos legales”, como que no se les pueda exigir un reglamento sanitario.

Mientras estos vacíos existan, es importante considerar y evaluar bien el lugar al que confiarás a tu mascota, considerando que esta experiencia, en caso de ser negativa, puede tener altas repercusiones en el comportamiento de tu animal.

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