Los mejores micrófonos para trabajar y grabar en casa

Ya no solo para el karaoke sirve tener un micrófono en casa. Si se quiere estar a la altura de las exigencias de tener la oficina o la escuela en el hogar —como también para desarrollar contenidos propios—, tres expertos entregan sus recomendaciones para hacerse escuchar como corresponde.




Communication breakdown, it’s always the same!”, gritaba Robert Plant, allá por el 68. Con esa cabellera rubia, frondosa, el cuerpo espigado y levemente curvado, como si estuviera apunto de desplomarse de espaldas, y con los hombros flojos, acaso sostenidos por dos caballetes invisibles, el vocalista de Led Zeppelin se quejaba con estridencia por quedarse colgado en una llamada romántica en la que pretendía decirle a una chica todo lo que sentía por ella.

Poco más de cincuenta años han pasado y las interrupciones en la comunicación siguen siendo un problema. No sólo en el amor sino que también en lo laboral y educacional. Un motivo de rabietas y alaridos que, lamentablemente para el entorno, no suelen tener la calidad tonal ni el salvajismo hipersexualizado de Plant.

Curioso, porque a estas alturas —y comparado con lo que pasaba hace medio siglo— hay un montón de formas más para comunicarnos con el otro. La combinación celular-wifi dan paliza al humilde y limitado alcance de la vieja telefonía, y para qué decir de la demora de las cartas. Pero como nada es perfecto, algo siempre puede fallar.

Hoy, en tiempos de pandemia y telemática, que se caiga la conexión puede ser un verdadero desastre: causar la pérdida de una reunión crucial en el trabajo, ausentarse de una prueba en el colegio o la universidad o, como ocurrió entre un porcentaje importante de las y los escolares de sectores vulnerables del país, perderse buena parte del año por no contar con internet ni dispositivos necesarios para asistir a una clase como corresponde.

Pero la red inalámbrica no es la única con potencial para arruinar el día. Sin el micrófono adecuado, una videoconferencia, una clase o un material grabado para streaming pueden dejarlo a uno como portada del próximo video de bloopers de pandemia en Youtube. Nadie quiere que todo lo que se habla y expone al jefe, a los colegas, al profesor o a los estudiantes suene reventado, tremoloso o demasiado despacio.

Microfonía-manía

Los caminos de la vida son misteriosos, dicen. Tenía que llegar una pandemia para que muchos estuvieran con un micrófono en las manos, y no precisamente para demostrar la categoría vocal y el desplante escénico de un vocalista anónimo. Aunque no todo el mundo se haya pasado la película del rockstar, quien se la haya saltado no es inmune a la frustración de una mala videollamada por culpa de un micrófono inadecuado.

La preocupación de las personas por no pasar por estas penurias creció durante los últimos dos años. Principalmente, porque la pandemia ha forzado a muchas y muchos a trasladar la oficina y la sala de clases a sus casas.

En Audiomusica, por ejemplo, la venta de micrófonos se incrementó al doble en solo un año. “En algunos modelos, pasamos de vender 200 unidades en un mes a 400”, grafica Alex Figueroa, category manager de Sonido, Microfonía y Audífonos de la tienda.

Tipos de micrófonos

Resulta importante entender que no existe sólo un tipo de micrófono. A distancia, parece que los cantantes, los animadores de televisión y los locutores de radio ocupan el mismo, pero si se observa más en detalle se podrá ver que ninguno de esos dispositivos es igual. Más aún, se notará que en cada una de esas áreas se manejan una infinidad de modelos, diseñados para diversas funciones, con variadas características físicas y componentes.

“Hay unos que son a cinta, otros de bobina móvil, de condensador, de piso eléctrico, etcétera”, explica Martín Cruz, director de sonido del premiado podcast Las Raras. “Dentro de eso, los micrófonos pueden tener ciertas características respecto a cómo captan el sonido en relación al espacio. Por ejemplo, hay unos que lo hacen de forma omnidireccional —es decir, desde cualquier dirección en que éste venga—, y otros lo hacen en unidireccionalmente”. Son dichas diferencias las que van afectando el precio del producto.

Alex Figueroa afirma que la mayoría de los micrófonos caen en dos categorías: dinámicos y condensadores. “Normalmente, los dinámicos son más resistentes, lo que los hace adecuados para su uso en el escenario. Los condensadores, por otro lado, son más sensibles y más delicados, por lo que se utilizan con mayor frecuencia para grabar en estudios”.

¿Qué micrófono necesitas?

No hay regla, dice Martín Cruz. Es relativo al lugar, el presupuesto y la función para la que se necesite. “Depende de si se va a ocupar sentado y sobre el escritorio, o si se quiere uno inalámbrico para estar al lado de un pizarrón, moviéndose lejos de la cámara. Un ejecutivo que hace una presentación puede querer un micrófono de mano o un lavalier o corbatero”, sostiene.

Los micrófonos no solo sirven para hacerse escuchar. También permiten distintas funciones, como conectar otros dispositivos, tales como audífonos o interfaces de grabación. “Los básicos sólo permiten hablar y conectarse al computador, pero hay otros que permiten, a través de programas, grabar la voz o instrumentos. Hay unos que son más profesionales y traen una interfaz de audio, que permiten una grabación de mucha mayor calidad”, dice Figueroa.

El analista de marketing de Promusic, Sebastián Zúñiga, explica que si se busca un micrófono para que lo usen niñas y niños, lo ideal sería uno dinámico, porque con él es más seguro “jugar y caer”. Al contrario, los micrófonos condensadores “son más sensibles, generalmente tienen una mejor respuesta, mas cristalina, pero también son frágiles en su robustez”.

Según Zúñiga, es importante considerar si el micrófono es para el uso de “solo una persona en conferencia o es un formato de sala de reuniones”. En el primer caso, lo preferible sería utilizar micrófonos cardioides; mientras que para el segundo, se recomiendan los omnidireccionales.

Micrófonos USB

Los especialistas sostienen que, cuando se trata de una persona que recién se está relacionando al mundo del audio y la microfonía, lo recomendable es comenzar por lo básico. En ese caso, sería adquirir un micrófono con entrada USB que pueda ser conectado directamente al computador.

Esta opción tiene sus ventajas en comparación a otras. Por ejemplo, en la simpleza de la usabilidad y, también, en la limpieza de nuestro escritorio, al no ser necesario mayor espacio para otros equipos en la cadena de sonido.

Los micrófonos USB son una solución todo en uno, apunta Martín Cruz. Los conectas al computador, abres un software, el Zoom o lo que sea, y funciona de inmediato.

Zúñiga explica que, además, existen versiones que vienen “con sus propios controles de ganancia, algunos con la posibilidad de poder conectar audífonos dentro del mismo”. También hay alternativas que incluyen atriles o brazos articulados que pueden ser montados en los escritorios y, así, “evitar ruidos por los golpes”.

Una opción económica y sencilla está en este modelo “Fireball”, que ofrece un patrón polar cardioide para enfocar la captura de audio directamente en lo que está frente al micrófono, minimizando así el potencial de ruido de la habitación. Es funcional para cualquier actividad que involucre comunicación y transmisión de contenido por plataformas como Zoom, Skype, Facebook o Instagram Live.

Micrófono Cardioide USB Thronmax M9TM


Este modelo Meteorite Ball, de la reconocida marca Samson, es una opción súper sencilla de utilizar, además de transportable (sólo pesa 118 gr).

Micrófono USB Samson Meteorite Ball


Este kit de micrófono USB de Thronmax, pensado para podcasters y creadores de contenido, proporciona una captura de audio de calidad profesional, “orientada a preservar la plenitud de la voz”. Cuenta con un filtro antipop —que reduce el ruido externo—, un parabrisas de espuma y un brazo articulado.

Kit micrófono Thronmax Zoom S3


Si se quiere invertir en algo más elevado, en Audiomusica es posible encontrar el Samson Q9U, que cuenta con una salida analógica XLR y una conexión USB-C, con resolución de audio digital de alta definición (24 bits/96 kHz). Posee, además, una cápsula dinámica (a través de la cual capta las ondas de la voz) con imán de neodimio, lo que “proporciona una gran cantidad de salida para trabajar con cualquier mezclador o interfaz de audio sin la necesidad de ningún dispositivo de ganancia externo”.

Micrófono dinámico para podcast Samson Q9U


Alternativas con interfaz

La gran mayoría de los micrófonos no se pueden conectar directo al computador. En esos casos, es necesario armar una cadena de sonido para su uso, la que parte en el micrófono, seguida de un preamplificador—–que se encarga de levantar la señal que recoge el micrófono en las ondas acústicas de la voz—, luego un conversor análogo a digital —que permite traducir la señal para que el computador pueda leerla— y el computador.

Suena más complejo que el sistema integrado de un micrófono USB, pero según Martín Cruz, es el camino necesario si se quiere profesionalizar el setup. Es mejor pensar en un dispositivo que “por sí mismo sea muy bueno y, además, en una interfaz que sea buena en sí misma. Eso va a hacer que tu cadena electroacústica sea mucho mejor”.

Es importante, en este caso, que tanto el micrófono como la tarjeta de sonido sean de calidad similar. “Si tienes un micrófono increíble y una tarjeta de sonido horrenda, te va a arruinar el resultado”, advierte Cruz.

Las ventajas de un micrófono unido a una interfaz, según Sebastián Zúñiga, son “claramente la calidad y versatilidad de tener una interfaz, que tendrá menos latencia (desfase) de audio. Quizá más de alguna persona quiera hacer un podcast o contenido en redes sociales, y necesita tener un control de sus audífonos independientes, hablar desde un micrófono dinámico o a condensador”.

Este tipo de micrófono se puede utilizar “tanto para clases y reuniones virtuales como para fines musicales”. Además, tener una interfaz permite conectar más de un micrófono a la vez.

La desventaja, eso sí, está en el precio. “Un sistema así, dependiendo de la cadena electroacústica a armar (micrófono, cable, interfaz, audífonos, monitores), puede salir más caro, pero siempre existen opciones, como por ejemplo el pack de Presonus”, dice Zúñiga.

Kit Presonus Audiobox 96 Studio


Si la idea es comprar los elementos por separado, Zúñiga recomienda la interfaz Presonus, con conexión USB, dos canales de entrada —lo que permite conectar dos micrófonos a la vez—, dos preamplificadores y control de latencia. Además, graba a una resolución digital estándar profesional de hasta 24 bits/96 kHz, compatible con Mac y Windows.

Interfaz Presonus Audiobox USB 96


Por otro lado, este micrófono condensador Alctron ofrece una alta sensibilidad, bajo ruido y amplia respuesta de frecuencia, lo que significa que tiene gran capacidad para capturar la voz y transmitirla en alta calidad.

Micrófono condensador Alctron MC001


Ojo con el espacio

No sólo el micrófono y su calidad son relevantes para tener una buena comunicación. Hay otros factores externos, como el espacio y el ambiente, que son tan fundamentales como el equipo con el que cuentas. “Muchas veces se invierte incluso más en las características acústicas del lugar que en los equipos en sí. Por eso los estudios son tan caros de armar”, sostiene Martín Cruz.

Si, por ejemplo, te instalas con tu equipo en el living, con las ventanas abiertas, mientras los autos pasan interminablemente y tocando la bocina, o si aparte de ti hay otras personas en el lugar, conversando o haciendo ruido, difícilmente podrás lograr una buena comunicación hacia tus interlocutores.

“Uno puede tener un setup increíble, pero si no te preocupas del espacio y el ambiente, tu grabación puede quedar horrible”, asegura el director de sonido de Las Raras. Lo que se recomienda, entonces, es tener un espacio cerrado, lo más aislado posible del ruido —idealmente con las ventanas cerradas—, porque los micrófonos, unos más que otros, tienen la capacidad de captar el ruido ambiental.

“La habitación es muy importante. Una muy grande, por ejemplo, una iglesia, tiene mucha reverberación, el sonido rebota en los espacios y eso puede interferir en la inteligibilidad de lo que se está grabando. Hay que aislarse del ruido externo, el aire acondicionado, el refrigerador, el ventilador del computador, la estufa; en fin, de cualquier ruido eléctrico ambiental. Todo puede influir en la limpieza del audio”, apunta Cruz.

“Siempre es bueno que el micrófono se encuentre a una distancia correcta, para no escuchar más las reflexiones de la sala o pieza antes de la voz directa”, aconseja Sebastián Zúñiga. “Si nos imaginamos, por ejemplo, una conferencia donde se graba desde lejos, quizá a los expositores les convenga tener micrófonos de solapa o de cintillo, los cuales están hechos para tener rangos de movimientos sin que se vea perjudicada la calidad”.

En resumen, para una buena grabación lo que importa es la cadena electroacústica completa. Y en eso están incluidas desde las condiciones acústicas del lugar como el equipamiento en sí: micrófono, el preamplificador, el conversor análogo-digital y luego el proceso de edición. “Por eso es importante tener en cuenta que el micrófono no es lo único importante”, cierra Cruz.

Accesorios relevantes

Los antipop, mencionados más arriba, son un complemento ideal para agregar en el sistema de microfonía. En especial para contenido grabado como tutoriales o podcast. Como dice Alex Figueroa, estos permiten atenuar el ruido externo a la fuente de audio, es decir, la persona hablante. Acá van dos modelos económicos.

Antipop Thronmax Proof-Pop P1


Samson PS01 con cuello de ganso


Los especialistas estiman que tener buenos audífonos que permitan monitorear el sonido que uno genera y, al mismo tiempo, escuchar bien al interlocutor, es también útil para efectos laborales y educacionales. Te dejamos una buena alternativa económica de una de las marcas líderes en el mercado.

Sennheiser HD206 Audifonos Supraurales


*Los precios de los productos de este artículo están actualizados al 21 de mayo de 2021. Sus valores y disponibilidad pueden cambiar.

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