“Es difícil emprender reformas sustantivas en un ciclo de intensa actividad electoral”: el escepticismo de Bernardo Larraín tras el plebiscito constitucional

“Un sistema político disfuncional no va a ser capaz de acordar las reformas que se necesitan para resolver las crisis que hemos mencionado", dijo el presidente de Pivotes, quien también puso en duda que efectivamente se dé vuelta la página constitucional como se ha planteado.


Continúan las reacciones tras el resultado del plebiscito constitucional. El “En Contra” se impuso con el 55,8% de los votos y se ratificó por segunda vez la Constitución vigente. Al respecto, el empresario Bernardo Larraín, vicepresidente de Colbún y presidente de Pivotes, dijo tener un sano escepticismo de que ahora se ponga el foco en las reformas urgentes y que se termine con el tema constitucional, en medio de un ciclo electoral que continuará en 2024.

“Que den vuelta la página constitucional y se aboquen a llenar con reformas sustantivas el nuevo ciclo que se inicia. Creo que eso es fundamental. Para que sea creíble esta retórica que se termina el ciclo constitucional y se inicia el ciclo de las urgencias ciudadanas, esa retórica que suena bien, si no es llenada con modernizaciones sustantivas, políticamente costosas, va a quedar en un lindo título vacío de contenido sustantivo. Es bueno que la sociedad civil, organizaciones como Pivotes, tengamos un sano escepticismo a esa promesa de dar vuelta la página constitucional”, dijo Larraín a Pulso.

Y agregó sobre las urgencias ciudadanas, que “no hay una tecla en el sistema político que diga salud, pensiones, seguridad y crecimiento. Es el sistema político el que debe recuperar la capacidad para llegar a acuerdos en torno a reformas sustantivas, y por qué le pongo el apellido sustantivo, porque también se pone en riesgo que las propuestas de pactos sean solo lindos titulares. La calculadora electoral, por mucho que se quiera esconder, va a estar presente, entonces es difícil emprender reformas sustantivas en un ciclo de intensa actividad electoral”.

Por otro lado, puntualizó que desde Pivotes han puesto el foco en cuatro crisis que hay en el país, y que debieran ser abordadas por los políticos.

“Es bueno tener un cierto escepticismo, porque de esa forma la sociedad civil tenemos que desafiar a la clase política para que ponga el foco no en los títulos, porque puede ser una buena manera de esconder la calculadora electoral. Hay que ser mucho más directos. En Pivotes queremos poner el foco en cuatro crisis que requieren modernizaciones, y esas modernizaciones tienen que transformarse en prioridades. Las cuatro crisis son: la más fundamental es la disfuncionalidad del sistema político, o la incapacidad del sistema político para acordar reformas, junto con los crecientes grados de captura del Estado. Ese es un titular fundamental. Es una crisis que tiene que ser enfrentada. Es la agenda más sustantiva de modernización del Estado. La segunda, es el estancamiento económico. La tercera, es la crisis de empleo, y la cuarta crisis es educativa”.

En cuanto a los dichos de Sebastián Edwards, quien señaló que tras el triunfo del “En contra”, las reformas van a seguir estancadas y no van a ver la luz, Larraín Matte planteó que, efectivamente, hay riesgo de que ello ocurra, puesto que se avecina una serie de elecciones en los próximos dos años.

“El ciclo electoral que se avecina puede generar ese riesgo. Desde el oficialismo, aunque confío en la inspiración del ministro (de Hacienda) Marcel, pero dentro del oficialismo le hacen abollones a su pacto fiscal, porque como viene un ciclo electoral, existe la tentación del oficialismo de afirmar el 30% del electorado comprometido. Para afirmar ese 30% se resucitan reformas de la agenda original, por ejemplo, la condonación del CAE (...). Es un riesgo que el oficialismo adopte una estrategia de consolidar el 30% y resucitar ciertas agendas a modo testimonial”, indicó.

Asimismo, sostuvo que “eso genera riesgo de que el pacto fiscal quede vaciado de contenido. Otra demostración de eso es que el ministro incluye medidas procrecimiento en el pacto fiscal, una de las cuales es reformar el SEIA y el sistema de permisos. En el primero, antes de que el ministro anunciara un borrador, la ministra Maisa Rojas dio a conocer el contenido. Eso demuestra que por muy buenos que sean los titulares, hay que tener un sano escepticismo de que eso se traduzca en reformas sustantivas”.

Por último, enfatizó en la necesidad de que haya una modernización del Estado.

“Más que poner foco en el título, que pueden ser instrumentales al objetivo de esconder la calculadora electoral, hay que poner foco en las reformas con nombre y apellido. En el pacto fiscal olvidémonos del título, vamos a qué es lo que se propone en modernización del Estado. ¿El pacto fiscal va a realmente modernizar el Sistema de Impacto Ambiental para lograr reducir incertidumbre o plazos, o va a prevalecer la agenda de Medio Ambiente? Que lo que anticipó la ministra es distinto a lo que ha dicho Marcel. También la oposición, por la misma razón, el ciclo electoral, va a estar con la calculadora, y va a tener menos incentivo a colaborar”, apuntó.

E indicó que “un sistema político disfuncional no va a ser capaz de acordar las reformas que se necesitan para resolver las crisis que hemos mencionado... en un ciclo electoral con este sistema político y con este Estado es muy difícil que las reformas se acuerden y que luego se implementen bien”.

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