La columna de Rodrigo Wagner: “Proyecciones demográficas: empresas y gobierno necesitan nowcasting”

La columna de Rodrigo Wagner: “Proyecciones demográficas: empresas y gobierno necesitan nowcasting”

"La cosa cambió pues los flujos de migración y natalidad son mucho más movidos. Por eso necesitamos medirlos o estimarlos con más frecuencia".


Para la economía y los negocios las estadísticas de población no eran de noticias tan frecuentes, porque en general los flujos poblacionales se movían lentos y predeciblemente. Nuestra institucionalidad estadística también estaba adaptada a esos cambios más lentos. En Chile medimos el Producto Interno Bruto (PIB) y la inflación cada mes, pero las proyecciones de cambios poblaciones de forma muchísimo más separada, al menos en las fuentes oficiales. Pero hoy la cosa cambió pues los flujos de migración y natalidad son mucho más movidos. Por eso necesitamos medirlos o estimarlos con más frecuencia.

Por cierto hoy estamos en un Censo - que ojalá resulte muy bien - pero acá me refiero a tener proyecciones lo más actualizadas posibles, de frecuencia trimestral, anual y oportuna, aunque después esas cifras deban corregirse. Estas proyecciones deberían quedar disponibles lo más rápido posible para que el sector privado y los analistas podamos ayudar a la toma de decisiones. No es solo para la macroeconomía y las políticas públicas. También las metas de ventas del sector privado pueden terminar muy desancladas de la realidad si es que no tenemos mejores cables a tierra respecto de ciertos grupos poblacionales, sobre todo en los márgenes de entrada y salida. Ojo, también con los cambios en la distribución regional de la población.

Hace unas semanas, a propósito de una discusión sobre el crecimiento del PIB per cápita, se fue notando la diferencia entre la población proyectada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para estos años, según la proyección del 2017, versus lo que los indicadores más recientes nos están mostrando. Para los años desde 2021 a la fecha uno llega a cifras de nacimientos que son cerca de un 25% menor a que lo que proyectaba el INE. A eso se le suma la caída que el INE ya proyectaba hace más de media década.

De hecho, las cifras recientes de nacimientos (por ejemplo, el Registro Civil), muestran generaciones de niños postpandemia que son un 30% menos que las generaciones de niños que hoy están en 4to básico y tienen cerca de 10 años. En vez de 240-250 mil niños, estamos hablando de tres años seguidos donde nacen cerca de 170-180 mil. La brecha es de uno o dos estadios de fútbol de menores nacimientos, y eso que se incluyen los nacimientos de chilenos que son hijos de migrantes recién llegados.

Si bien estos datos preliminares pueden gatillar discusiones grandes, por ahora quiero ir a lo más mundano. Obviamente que estas brechas le importan a quienes diseñan políticas de sala cuna y jardín infantil o al jefe de pediatría de un servicio de salud regional, pero también a un gerente que está a cargo de venta de pañales o insumos médicos. Esas estadísticas o proyecciones deben llegar a tiempo al público, no después de años, porque dejan al tomador de decisión como la orquesta del Titanic, funcionando en base a información muy rezagada.

Otra arista es el saldo migratorio neto, que por cierto es de los más difíciles de anticipar y de medir, pero que necesitamos entender de forma más frecuente. Por ejemplo, si bien Venezuela está en una enorme crisis económica y de su democracia; la verdad es que en el último año hay una suerte de normalización macroeconómica - dentro de su estado grave - lo que podría haber acotado los flujos de salida hacia nuestro país. Asimismo, algunos migrantes que llegaron a Chile pueden haber salido a otros destinos. Lamentablemente, en la migración neta no tenemos disponible buena data actualizada que el mercado pueda usar para sus proyecciones. En resumen, invito a que urgentemente consolidemos las mejores cifras sobre cambios demográficos de manera rápida y oportuna a los usuarios.

*El autor de la columna es profesor en la Escuela de Negocios de la UAI

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