Discusión sobre déficit estructural versus crecimiento

El ajuste fiscal que deberá llevar adelante el gobierno que sería de hasta US$600 millones de acuerdo a información publicada en este medio, parece un monto adecuado para no aplicar un fuerte frenazo en el gasto, pero al mismo tiempo dar una necesaria señal de austeridad. Si bien claramente no será suficiente para acelerar el regreso a la consolidación fiscal efectiva y estructural, el Banco Central abrió una discusión cuando dio a conocer su Informe de Política Monetaria la semana pasada, y que probablemente no estaba del todo internalizado por los actores del mercado. Y es que el PIB potencial se ubica entre 2,5% y 3%, pero esperan que a medida que la inversión vaya aumentando, permitirá que el potencial se ubique entre 3% y 3,5%, lo que podría aliviar los cálculos para los déficits. Así, el ahorro más los posibles mayores ingresos, podrían acelerar una mejora en las cuentas fiscales.

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Todo lo anterior demuestra que más allá de la regla de superávit estructural, lo único que importa es la velocidad de la inversión y el crecimiento. Mientras exista un ritmo adecuado de expansión económica, estarán los recursos para las políticas sociales.

Es por ello que lo realmente relevante es enfocarse en los tres factores que impulsan el crecimiento de largo plazo: trabajo, inversión y productividad. Y en estas tres materias existen varias cosas por hacer. En cuanto a lo laboral, es vital modificar la reforma y flexibilizar el mercado. En inversión, dar certeza jurídica de los permisos y tramitación. Y en productividad, la modernización del Estado es clave. Las ganancias en eficiencia modernizando el aparato público pueden ser enormes, dando un impulso a la inversión y el crecimiento relevante.

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Por lo tanto, si bien la regla estructural puede tener "buena fama" y ha desatado una guerra de declaraciones por parte de las autoridades y ex autoridades, no hay que dejar de tener en cuenta que lo único que debe importar es el crecimiento efectivo, y avanzar para que su potencial sea lo más elevado posible. Ello, combinado con una adecuada restricción del gasto fiscal y una política ahorro.