Análisis: Iron Man VR, no todos los superhéroes usan capa

El esperado título para el casco de realidad virtual PlayStation VR entrega una divertida oportunidad para ponernos en el papel de Tony Stark, en una aventura individual que nos enfrenta con una misteriosa enemiga.


A pesar que por más de 10 años tanto el cine como las series de TV han explotado decenas de franquicias de superhéroes, la octava generación de consolas apenas dejó unos cuantos títulos para destacar: la saga de Batman por la desarrolladora Rocksteady, la serie Injustice de NetherRealm Studios, Spiderman de Insomniac Games, y quizá algunos títulos Lego, enfocados tanto en Marvel como DC.

Por ello, la posibilidad de ponernos en primera persona en la piel de un superhéroe utilizando un periférico como PlayStation VR, desde un inicio generaba grandes expectativas. Sin embargo, además de un título como Batman: Arkham VR -muy breve- y un demo de Spiderman para la película Homecoming, pocos desarrolladores habían estado interesados en entregar alguna experiencia novedosa, y que al mismo tiempo explotara las grandes capacidades del periférico.

El mercado de la realidad virtual, a pesar de los altibajos dados por la poca consistencia de algunas marcas, la oferta algo desaprovechada de periféricos y el software escaso, tiene grandes perspectivas en cuanto a lo que se viene: analistas pronostican que para el año 2027 sea de al menos 62,1 mil millones de dólares, todos ingresos relacionados en su mayoría con medicina (impulsado por el 5G), industria y otros. Eso, sin contar a actores como Sony y el sector de los videojuegos, con un gran potencial.

En ese escenario arriba Iron Man para PlayStation VR, juego que deja en claro que a cuatro años de su lanzamiento, Sony no ha dejado de lado al dispositivo, que hoy cuenta con más de 650 títulos a su haber.

“Yo, soy Iron Man”

El nuevo Iron Man VR representa el último esfuerzo de Sony y Marvel para llevar a uno de los personajes más queridos del último tiempo a las consolas. Tras el inmenso éxito de Spiderman (2018), esta exclusiva de PlayStation VR tenía mucho que cumplir. El resultado final es un impresionante título de acción que literalmente nos pone en el lugar de Tony Stark, aunque con algunas limitaciones propias del desarrollo, y otras del periférico.

Lo primero es mencionar que un personaje como Iron Man encaja muy bien en el molde de la realidad virtual. Con un controlador PS Move en cada mano y los auriculares en los oídos, la sensación es muy similar a la de los cines. Si mantenemos presionados los gatillos, se disparan los propulsores del traje, y seremos impulsados hacia donde sea que apuntemos las palmas. Para volar hacia adelante, por ejemplo, usamos los controladores a un costado, con las palmas hacia atrás; y para volar, levantamos los brazos al frente con las palmas hacia abajo. Se trata de un sistema de movimiento instantáneamente intuitivo, y entre las posiciones de las manos y la dirección que estamos mirando, volaremos por el cielo y nos sentiremos invencibles. O al menos, hasta que el mareo producido por la realidad virtual nos lo permita.

Los controles no terminan ahí. Sostener los mandos Move en posición vertical nos permitirá apuntar y disparar los repulsores de Iron Man. A medida que avancemos en el juego, desbloquearemos armas auxiliares montadas en los antebrazos del traje. Para usarlos en vez de los repulsores, simplemente apuntaremos hacia adelante. Con algo de práctica, usar el movimiento del traje, los repulsores y las armas especiales resultará brillantemente fluido y muy divertido de usar.

En el juego, la mayoría de las misiones nos enfrentará contra ejércitos de drones de ataque reutilizados de Stark Industries. Una nueva y misteriosa enemiga, Ghost, ha robado la vieja tecnología de Tony y la está usando contra él (nosotros, en realidad). Por suerte, somos Iron Man y nuestra misión es destruir a los distintos tipos de enemigos. La mayoría están en el aire, pero todos emplean diferentes habilidades para ponernos a prueba.

Además de las armas mencionadas, podemos golpear a nuestros enemigos pulsando un botón y lanzando un golpe real. Por otro lado tenemos a Unibeam, una potente explosión láser con la que podemos atravesar a los enemigos como si fuesen mantequilla. Tarda un poco en cargar, pero es útil si estamos abrumados.

Los programadores se esforzaron mucho en hacer que el juego sea lo más intuitivo y agradable posible, y se nota. Los niveles son en su mayoría enormes, lo que nos da un amplio espacio para volar libremente y explorar del juego. Sin embargo, la desventaja de estos entornos abiertos son las pantallas de carga frecuentes y largas, que pueden interrumpir el flujo de la campaña.

Como mencionamos anteriormente, Ghost es una de las villanas del juego. Destruye el jet privado de Tony, hiriendo a Pepper Potts en el proceso. Tony emplea a su actual compañera de inteligencia artificial, “Friday”, para localizar a este nuevo enemigo. Como es usual, hay algunos diálogos con bromas, pero la narrativa general nos entrega algunos giros interesantes, presentando nuevas amenazas y tomándose el tiempo para ir paso a paso. De hecho, encarnar a Iron Man significa convertirse en Tony Stark, y hay varios momentos a lo largo de la campaña en la que no estaremos con armadura.

Entre estas misiones, a menudo estaremos en la casa de Malibú, donde podemos teletransportarnos a varios lugares e interactuar con barras para hacer ejercicio, un arcade de básquetbol y otros, incluyendo un muro para lucir nuestros logros, algo muy de Tony Stark.

Así, usando los puntos obtenidos al completar las misiones podremos crear numerosas mejoras a los sistemas y armas del traje, como aumentar su velocidad máxima o equipar nuevos tipos de armas auxiliares. Las armas varían desde una explosión tipo escopeta hasta una bomba de racimo, y ofrecen formas de lidiar con diferentes situaciones. Podemos equipar dos de estos poderes especiales, uno en cada brazo, y tenemos acceso a dos ranuras de carga.

Muchos de estos desafíos son opcionales, desbloquearemos distintos guantes y hay con habilidades, pero algunos son realmente complejos. Hay momentos en que parecen imposibles de superar, pero con práctica, paciencia y las actualizaciones correctas instaladas, son factibles. Aún así, es posible repetir misiones si nos faltan puntos.

Iron Man es un juego robusto, tiene una curva de aprendizaje divertida y un tiempo de ejecución acorde con un título de estas características. Sin embargo, nadie es invencible. Hay peleas que pueden causar algunos problemas de velocidad de fotogramas, los tiempos de carga a veces pueden ser algo excesivos, y es muy necesario -tanto para este como otros juegos de VR- jugar de pie, en un área con unos dos metros de espacio. Mover la cabeza, el cuerpo y los brazos, dependiendo de nuestro tamaño, puede causar algunos inconvenientes en este aspecto. Distinto es el tema del mareo: muchas personas no soportan cinco minutos seguidos, mientras que a otros no les provoca ninguna molestia.

Iron Man VR cumple la misión de hacernos sentir como el vengador blindado. Dejando a un lado algunos inconvenientes técnicos, se trata de un título de realidad virtual bien redondeado que aprovecha la tecnología de realidad virtual para sumergirnos en el mundo de Tony Stark. Consigue su objetivo con buenos e intuitivos controles, entretenidos combates, y los desafíos opcionales nos mantendrán ocupado una vez que la historia termine. ¿Es posible que tengamos una nueva versión con PS5? Habrá que esperar.

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