Hijos de Las Estrellas: Cómo la aplaudida serie astronómica chilena llegó a Netflix y a NatGeo en EE.UU.

Este lunes fue estrenada la segunda temporada de la serie científica por las pantallas de National Geographic en EE.UU., la que ya se emite en Francia, Suecia y Bélgica. Gonzalo Argandoña, fundador y director Ejecutivo de Cábala Producciones, realizadores de la serie, cuenta la fórmula para acercar la astronomía a grandes audiencias.


Dice Gonzalo Argandoña que estar en el observatorio La Silla, en el prístino cielo de la región de Coquimbo, rodeado de astrónomos e instrumental especializado para la detección de exoplanetas fue una las experiencias más “atractivas y emocionantes” de su vida, parecida a lo que vivió en parque Yellowknife, en el Círculo Polar Ártico, en Canadá, cuando presenció el espectáculo celestial de las auroras boreales.

Son los recuerdos que más quedan grabados en la memoria del realizador audiovisual en los dos años que demoró dirigir la segunda temporada de la exitosa serie científica Hijos de Las Estrellas, que desde el lunes pasado comenzó a transmitirse por National Geographic en Estados Unidos, a través de su cadena Nat Geo Mundo, bajo el nombre de Maravillas del Universo, la que también será emitida en el Viejo Continente (este año) para los espectadores del canal público UR en Suecia y del canal Science et Vie en Francia, Bélgica y Suiza.

“Es el trabajo de un equipo de 40 personas, considerando todas las áreas, en guion, investigación, cámara, montaje, animación. Y viajamos –en la temporada que ya realizamos– por más de 10 países de todo el continente, desde Tierra del Fuego, por el sur, hasta el norte de Canadá, pasando por Estados Unidos, México, Guatemala, Perú, Colombia, entre otros países. Significó todo un despliegue de producción de no solo estar en esos lugares, sino que además de estar en los momentos dónde ocurrían ciertos fenómenos para ver un observatorio solar en pleno solsticio o para una fiesta. Implicaba todo un trabajo de coordinación para grabar tomas únicas”, comenta.

Cada uno de sus diez capítulos, de unos 50 minutos de extensión, es un viaje que muestra la conexión humana, los misterios del cosmos y la astronomía, descubriendo la medición del tiempo de las antiguas civilizaciones, explorando glaciares que desvelan el futuro del agua del planeta, o enfrentándose a la experiencia de flotar como los astronautas en el espacio y visitando los mayores y más increíbles telescopios que apuntan a los confines del Universo.

La primera temporada -premiada con los Premios TAL como Mejor Producción Educativa del continente- ya había consagrado su paso a la internacionalización como la primera serie latinoamericana integrada al contenido científico que ofreció Netflix, la cadena de series y películas más grande y poderosa de Internet.

Financiada con apoyo del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), Corfo y realizada por Cábala Producciones en coproducción con señal pública de Colombia, Argandoña explica que la serie “es un recorrido acompañado por youtuber y divulgador de astronomía, Ricardo García, quién hace todo un viaje indagando en misterios del Universo, de la vida y de la naturaleza a su alrededor, resolviendo preguntas del origen de la vida, nuestro lugar en el Universo y la búsqueda de vida en los planetas. “Vives experiencias interesantes, encontrándose con personajes en distintos países, incluyendo el Desierto de Atacama como una locación emblemática para estos temas”, dice.

Nueva temporada

Y es que el éxito de las dos producciones anteriores y el interés continuar llegando a una audiencia transversal y no necesariamente a un público especializado e interesado en la ciencia, llevó a que durante este año, gracias a nuevos fondos del CNTV, se producirá una nueva temporada de la serie, la que será transmitirá en 2021 por TVN. “Tenemos una alianza para traer a nuestra pantalla la tercera temporada. Este proyecto que refleja el espíritu de televisión pública y además es de una calidad indiscutida, por lo mismo ha tenido un lugar especial en la televisión internacional. Es un privilegio poder tener una producción de esta categoría, acercar la ciencia, sus avances y desarrollo de manera didáctica y entretenida, resulta tremendamente satisfactorio que tenemos y debemos entregar a la gente”, comenta el director de Programación de TVN, Jaime Boetsch.

Y es que la estación pública ya había trabajado en otros proyectos con Argandoña como Operación Verde y Cambio Global. “Sin duda es un producto que aporta a los contenidos de industria televisiva”, agrega Boetsch.

En ese sentido, Argandoña piensa que este nuevo ciclo mantendrá el cruce “buscando resolver estas grandes preguntas con investigaciones que tienen un impacto en la vida cotidiana de las personas, buscando algún grado mayor de cercanía, sin abandonar la raíz de origen de llevar ese universo a la tierra en temas bien concretos”. “Creemos que las preguntas que se abordan son todas de interés universal, que en un momento se las hacen, y si se cuenta una historia entretenida, con escenarios espectaculares y en un viaje, es perfectamente es de interés masivo y puede estar en televisión abierta y en otras plataformas llegando a todo tipo de público”, culmina.

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