Revista Nature apoya a la OMS en su decisión de no vacunar con dosis de refuerzo

FOTO: Orlando SIERRA / AFP

Luego de que varios países del mundo comenzaran a colocar una dosis extra de vacunas contra el coronavirus, una de las más importantes revistas científicas también declara que es necesario una moratoria en la protección de quienes ya fueron vacunados.


A principios de este mes, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró su preocupación sobre las vacunas de refuerzo que ya están comenzando su campaña en la mayoría de los países del alto ingreso. A raíz de esto pidió a las naciones más ricas que pudiesen aplazar la dosis de refuerzo hasta fines de septiembre.

Ahora es la prestigiosa revista Nature la que en su última editorial apoya esta petición de moratoria de la OMS: “Si las vacunas no fueran escasas, los refuerzos serían menos controvertidos. Pero centrarse en los refuerzos cuando más de la mitad del mundo carece de dosis de vacuna es miope y solo mantendrá la pandemia ardiendo por más tiempo. Para los países ricos, esta estrategia significa que estarán indefinidamente persiguiendo sus colas en términos de nuevas variantes. Y para el resto del mundo, significa prolongar el sufrimiento innecesario”, señala este texto.

Según los datos entregados por la OMS, hasta el momento, “se han administrado más de 4 mil millones de dosis de vacunas en todo el mundo. Más del 80% ha ido a países de ingresos altos y medianos altos, a pesar de que representan menos de la mitad de la población mundial”.

Hoy los países más ricos, han administrado casi 100 dosis por cada 100 habitantes, mientras que debido a la falta de suministro, los países de bajos ingresos solo han podido administrar 1,5 dosis por cada 100 personas.

“La OMS ha pedido una moratoria sobre los refuerzos de Covid-19 hasta finales del próximo mes, con el objetivo de garantizar que al menos el 10% de las personas en todos los países se vacunen antes de que se entreguen dosis adicionales. Es un argumento convincente. Cuando Nature entró en imprenta, el 58% de las personas en los países de ingresos altos habían recibido al menos una dosis de vacuna; en los países de bajos ingresos, esta cifra se situó en tan solo el 1,3%”, indica la revista en su editorial.

Tercera dosis no aprobada

Según la revista especializada, la mayoría de las vacunas Covid-19 actualmente en uso siguen siendo extremadamente efectivas meses después de la administración, particularmente contra enfermedades graves y muerte. “En un período de escasez de vacunas, la elección de distribuir refuerzos debe basarse en pruebas de los beneficios y se debe considerar el costo de retrasar la entrega de vacunas a personas vulnerables y trabajadores de la salud en otros países. Hasta ahora, hay poca evidencia de que se necesiten refuerzos para proteger a los que están completamente vacunados”, indica.

La editorial reconoce que algunos casos, los refuerzos sí pueden estar justificados. Por ejemplo, un estudio de personas que han tenido un trasplante de órganos, lo que significa que necesitan tomar medicamentos que inhiben el sistema inmunológico, encontró que casi la mitad no tuvo respuesta de anticuerpos después de dos dosis de vacunas de ARNm.

También señala que podrían ser necesarios refuerzos si se descubre que las vacunas elaboradas a partir de partículas virales inactivadas, como las vacunas de los laboratorios chinos Sinopharm y Sinovac, “brindan una protección inadecuada contra enfermedades graves o la muerte por variantes como Delta”.

“Un aumento repentino de Covid-19 en Indonesia que ha afectado a muchos trabajadores de la salud completamente vacunados con Sinovac, y los aumentos repentinos en otros países que dependen de la inyección de Sinovac, han llevado a los funcionarios a considerar refuerzos con otras vacunas, aunque las vacunas están lejos de ser el único factor”, indica la publicación.

Todas las demás vacunas actualmente en uso parecen tener una eficacia superior al 90% contra la hospitalización y la muerte por esta enfermedad, señala la editorial y agrega que aunque algunos estudios han encontrado que los niveles de anticuerpos inducidos por la vacuna disminuyen después de varios meses, “esto es típico de todas las vacunas y no necesariamente indica una disminución de la protección contra el coronavirus”.

Tampoco se sabe cuánta protección adicional podría conferir una inyección de refuerzo contra la enfermedad, o cuánto tiempo durará el refuerzo. “Sin embargo, en promedio, una persona no vacunada expuesta al coronavirus tiene muchas más probabilidades de estar infectada y propagar esa infección que una persona vacunada. Además, tienen un 90% más de probabilidades de ser hospitalizados o morir a causa de la enfermedad”.

Por lo mismo, indica Nature, “elegir un beneficio desconocido pero potencialmente incremental para una persona en un país rico en lugar de uno masivo que salve la vida de una persona en otra parte del mundo es una estrategia perdedora, porque inevitablemente surgirán nuevas variantes en lugares donde continúa la propagación de Covid-19 sin disminución”.

En lugar de ofrecer refuerzos a una gran cantidad de personas, las naciones más ricas deben ser más activas para vacunar al mundo a través de iniciativas como Covax, la alianza internacional que suministra vacunas a los países de bajos ingresos y que sigue sin alcanzar su modesto objetivo de vacunar al 20% más vulnerable de la población para fines de 2021.

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