La fuerza de la nostalgia

Para la generación cuya niñez estuvo marcada por la trilogía original de Star Wars, lo que ofrece el juego Battlefront es nada menos que saldar la cuenta con un sueño: vivir dentro del universo concebido por George Lucas manejando sus naves. ¿Qué más se puede pedir?




La generación que oscila alrededor de los 40 tiene grabadas a fuego momentos de la cultura pop. Quizás más que las actuales, que se ven bombardeadas por estímulos en tiempo real. En esos días, a fines de los 70, uno también era más impresionable. Otros tiempos, claro. Por eso, no es raro que muchos de nosotros tengamos grabado a fuego el impacto de ver en una pantalla de cine un colosal e interminable destructor imperial cruzando el espacio mientras perseguía a un transporte rebelde. Esa quizás fue una de las primeras fantasías cinematográficas que uno trató de emular con cuanto juguete cayera en las manos. Porque después fueron las batallas espaciales entre x-wings rebeldes y los clásicos tie-fighters del imperio. Escenarios de facto que funcionaban perfectamente como fondo para cualquier tipo de enfrentamiento entre el bien y el mal.

Como sabemos, las décadas siguientes cimentaron la franquicia como acaso la fantasía cinematográfica más popular, especialmente entre el público masculino. Fue así como, más allá de las películas, el concepto temático de las películas aprovechó de estirar aún más el universo de los personajes a través de juguetes, de un variado merchandising que abarcó prácticamente cualquier tipo de productos (hasta cereales), pero también de otras formas para proseguir la historia, como libros, series de TV, cómics, dibujos animados y cómo no, videojuegos. Y todo esto se ve coronado, casi 40 años después, con la incandescente fiebre que se ha generado ante el estreno de la séptima parte de la saga, El despertar de la Fuerza. Ahora, padres que se encandilaron en el cine pueden transmitirles la experiencia a sus hijos. Y gracias a los videojuegos, incluso revivir esas fantasías de la trilogía original. De manera virtual.

Sin guardar relación con el nuevo estreno cinematográfico, Star Wars Battlefront es una popular franquicia de videojuegos de combate desarrollada por Electronic Arts (originalmente por LucasArts) desde el año 2004. Han editado diversos juegos basados en esa dinámica de enfrentamientos, pero este título es lo que se llama un reboot, una refundación, más que una secuela. Así, teniendo como base dos frentes –el Imperio y la Alianza Rebelde–, el juego se presenta como un variado campo de batalla donde hasta 40 personas pueden enfrentarse entre sí, en una vista en primera persona, muy similar a como ocurre en otros títulos de combate multijugador, como el popular Counter-Strike.

Pero la gran gracia del juego es que, como ningún otro título basado en Star Wars anteriormente, este nuevo Battlefront bebe directamente de la primera trilogía fílmica, la original, para generar una experiencia que se sustenta principalmente en gatillar la nostalgia de quienes nos criamos viendo esas primeras tres películas, los mismos que vimos a ese destructor imperial cruzar majestuosamente la pantalla. Un detalle: el juego carece de una historia. No hay, tampoco, una campaña para un jugador. La mecánica es la de un juego multijugador donde se puede interactuar en modo cooperativo o versus con otros jugadores o, simplemente, contra "la máquina". Pero lo más interesante, lejos, es que Battlefront aprovecha muy bien la posibilidad de recrear esas fantásticas batallas en las heladas planicies del planeta Hoth en El Imperio contraataca o las fascinantes persecuciones en la boscosa luna de Endor de El regreso del Jedi, con ewoks incluidos y todo. La verdad, esa es la gracia del juego: maravillarse ante las detalladísimas réplicas de los escenarios, los vehículos, las naves y claro, los diversos personajes principales de la saga. Es posible sumergirse en combates aéreos contra naves imperiales o colosales At-Ats o defender una base rebelde ante la llegada de Darth Vader y sus tropas. El gran tropiezo del juego, sin embargo, es que no posee un "modo historia" o para un solo jugador.

Entonces, la aventura no profundiza un universo riquísimo en exploración, desarrollo y encuentros. Puede ser apenas un detalle, pero para las generaciones más adultas, esa puede llegar a ser la gran diferencia.

Porque los diálogos están. Igual que los efectos de sonido, las recreaciones y los personajes. Y en ese sentido, experimentar la fantasía infantil de recrear esas maravillosas batallas vistas en el cine, a punta de láseres con amigos y desde la comodidad del hogar, puede ser el mejor regalo de Navidad de la temporada. Después de El Despertar de la Fuerza, por supuesto.

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