El extraño caso de un adolescente chino que fue secuestrado virtualmente y hallado vivo en una montaña

Suena extraño, pero es cada vez más común que en Estados Unidos, los ciberdelincuentes “secuestren” virtualmente a personas chinas y pidan unas millonarias recompensas a sus familiares, pero sin tocarle ni un pelo a la víctima.

Este modus operandi es el que sufrió Kai Zhuang, un estudiante de intercambio chino de 17 años que fue encontrado con vida en una montaña en Estados Unidos, gracias a que sus padres pagaron miles de dólares para salvarlo.

Sin embargo, grande fue la sorpresa cuando supieron que en realidad nunca lo secuestraron literalmente. Los delincuentes obligaron a Kai a aislarse con chantajes virtuales y maniobraron para convencer a sus padres de que sí lo habían retenido, cuando siempre estuvo solo.

La policía de Riverdale —a cargo del caso de Kai Zhuang— estima que el adolescente entró en contacto con los delincuentes alrededor del 20 de diciembre de 2023, cuando fue visto por las autoridades llevando un equipo de campamento hacia la montaña.

En ese momento, la policía lo acompañó de vuelta a su hogar de acogida, donde la familia que lo recibió por el intercambio estudiantil estaba sumamente preocupada. Pese a ello, el joven no mencionó que estuviera en peligro.

Sin embargo, el 28 de diciembre, los padres de Kai —alarmados— se contactaron con la escuela estadounidense de su hijo, después de que les llegara una fotografía como petición de rescate y los extorsionaran para pagar cerca de 80.000 dólares (70 millones de pesos chilenos aproximadamente).

Después de una intensa búsqueda, el adolescente fue encontrado el domingo 31 de diciembre a 40 kilómetros, en una tienda de campaña sobre una montaña y sin ninguna fuente de calor.

Según relataron las autoridades y la BBC, Kai tenía poca comida y agua y solo una manta térmica y una bolsa para dormir. Sin embargo, llevaba varios teléfonos móviles que habrían sido utilizados para llevar a cabo el secuestro virtual.

Una vez acompañado por la policía, Kai “pidió una hamburguesa con queso caliente” y hablar con su familia.

La policía a cargo del caso de Kai y también de otros países, como Reino Unido, alertaron que el secuestro cibernético está volviéndose cada vez más común y que suelen estar dirigidas a estudiantes chinos.

Consiste en convencer a las víctimas de que se aíslen (a veces diciéndoles que son autoridades chinas y que los arrestarán si es que no fingen el secuestro) y que se tomen fotografías para que parezca que están cautivas, pese a que los secuestradores nunca están presentes.

En cambio, los delincuentes monitorean a la víctima a través de videollamadas y, mientras tanto, se contactan con la familia para pedir la recompensa.