Gracias, Radio Zero

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Crédito: Instagram.com/radiozero977/

"Hacer radio me fascinó desde el primer segundo: había tiempo para hablar, podías llegar al segmento de gente que realmente se interesaba en lo que decías y no había people meter. Qué gran medio de comunicación".


Hace 25 años, radio Zero debutó de una manera muy particular. Al gerente, Jorge Mackenna, y al director, Jorge Méndez, se les ocurrió tocar durante 24 horas la misma canción: "Like a Rolling Stone", versión de los Stones del gran Bob Dylan. Un récord Guinness.

Desde ese momento, es decir, la medianoche de un martes 16 de octubre de hace un cuarto de siglo, muchos serían los voztros (versión radial de los rostros) que pasarían por la 97.7. Desde Eduardo Bonvallet, Cote Evans, Fernando Paulsen, Matías del Río, Alejandra Insunza, Julio Osses, Caco Wylie, Freddy Stock, Felipe Vidal, Daniel Olave, Paula Hinojosa, Walo Frías, Marco Silva, Pilar Cox y Rafael Araneda, en una primera etapa, hasta Kike Mujica, Margarita Hantke, Claudio Fariña, Eliseo Salazar, Pato M (¿se acuerdan del mítico programa "Tambores y bajos"?), Werne Núñez, Pato Fernández, Rafael Gumucio, Claudia Álamo, Iván Loscher (su programa se llamaba 'Scratch" y fue además la voz en off de Radio Zero desde el 2000, luego de reemplazar a Daniel Maldonado), Juan Carlos Fau, Alejandra Parada, Carola Urrejola, Mónica Pérez y Katherine Salosny.

Fue con esta última conductora, que hacía el programa "El largo y tortuoso camino a casa", con quien tuve la oportunidad de debutar como panelista. Era noviembre del 2000. Jorge Méndez, que sería mi jefe y mentor, había leído una crónica sobre la cantante Sade que escribí en el diario y decidió probarme en radio. Iba dos veces a la semana al programa de Kathy a hablar de recitales y nuevos discos. Fue un flechazo. Hacer radio me fascinó desde el primer segundo: había tiempo para hablar, podías llegar al segmento de gente que realmente se interesaba en lo que decías y no había people meter. Qué gran medio de comunicación.

Mi primer programa fue "De aquí a la eternidad", en el cual tocábamos canciones de distintas épocas y le dábamos contexto a la música a través de información sabrosa. En forma paralela empezamos a hacer "Sex & the Music". Se emitía los lunes a las once de la noche. Música extremadamente sensual, recetas para tomar Drambuie (gracias Pato Vásquez por ese jugado auspicio) y temas ad hoc para acompañar esa banda de sonido. En uno de los programas se nos ocurrió con Jorge Méndez y el director comercial, Alejandro Flaño, poner a prueba a una fotógrafa que por esos días aparecía en los medios por sus autorretratos desnudos. Si andaba bien, le harían una propuesta para coducir juntos un programa. No sólo lo hizo excelente. María Gracia Subercaseaux tenía una voz preciosa, era carismática y hablaba con la fluidez y el tono que necesita la radio. Así partimos con "Acid Bar". Aunque cambiamos de nombre ("Divertimento") y de horario, nos mantuvimos juntos por 14 años. Llegamos incluso a formar un grupo de amigos del programa, nuestros auditores más fieles, con los que hicimos varios encuentros. Daniela Vega, la hoy famosa actriz, era una integrante activa de esa muy linda instancia.

Un día, cuando hacíamos el programa en vivo desde el Mucca, mítico restorán de Gino Falcone, se sentó en nuestra mesa la hermana de una amiga del director de la radio. Nunca la había visto. Meses después conseguí su teléfono. Es mi señora desde hace 15 años y la madre de mis dos hijos. Como decía Iván Valenzuela, otro grande del mundo de la radio, ¡esa onda!

Fue tan intenso el vínculo que María Gracia y yo formamos con la Zero, que cuando hace cuatro años nos anunciaron que se acababa nuestro programa, ella lloraba día por medio al aire y yo bajé diez kilos de pura angustia. Pero a los pocos meses, me tocaría empezar una nueva (y última) aventura en radio Zero: el programa Santiago Adicto. Cuatro años hablando de ciudad y cultura, que ahora se acaban, y todo eso al lado de compañeros inolvidables: Fernando Mujica, Ignacio Franzani, Rita Cox, Iván Guerrero, Tania Selaive, Alexa Aguilera, Nico Castro y Catalina Allendes; así como los fundamentales Patricio "Patito" Morales (quien es parte de los fundadores de la radio) y Mauricio "Juguete" Carrizo en los controles y posproducción (no nos olvidamos de ti, querido Claudio Zapata); y Bárbara Pezoa, nuestra flamante y talentosa directora, que sucedió a Sergio Fortuño, Gonzalo Pavón, Javier Sanfeliú y Jorge Méndez.

Fuimos la radio del ser urbano. La que partió de cero (idea del publicista Raúl Menjibar). La radio de música electrónica elegida con pinzas. La radio del pop sofisticado. La radio de "Magia Negra", "Alta Fidelidad", "Archivo Zero", "Gran Capital", "Un país generoso", "Radiografía", "Página Zero", "Lado Zero", "La contienda es desigual", "Tejado de Vidrio", "Zero PM", "Lab Café" y muchísimos programas más. Una radio donde la música fue siempre fundamental. Y el destino quiso que este 31 de enero termine una extraordinaria historia de 25 años con un cierre musical. Radio Zero se va para que vuelva radio Beethoven. En la 97.7 seguirá la buena música. Gracias por todo, Radio Zero.

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